Los artesanos que hacen muñecas artesanales eligen con mucho cuidado el nombre de sus creaciones. Para ellos, es casi lo mismo que darle un nombre a un niño. No es tan responsable y difícil inventar un nombre para una muñeca comprada para un bebé en una tienda, pero aquí también hay reglas.
A menudo, los fabricantes de juguetes dan nombres a sus muñecas o producen una serie de muñecas con un nombre. Una de las más famosas de estas series es la famosa Barbie. Pero cada muñeca debe tener su propio nombre, incluso si se parecen, como hermanas.
¿Por qué se llama la muñeca?
Algunos padres de niñas muy pequeñas piensan que el niño no necesita "información extra" y no consideran necesario nombrar cada juguete. Basta llamar a la muñeca "Lala". Es más fácil para un niño, piensan.
Los psicólogos no están de acuerdo con esta opinión. Un juguete, especialmente uno que representa a una persona, no es un objeto de juego común para un niño. Cada uno de ellos tiene sus propias características, se podría decir, individualidad. Desde muy pequeño, un niño, llamando a sus muñecos por su nombre, se acostumbra a que además de los sustantivos comunes, también los hay propios.
Además, los expertos aconsejan dar nombre no solo a las muñecas, sino también a los juguetes que representan animales.
¿Qué nombre debo darle a la muñeca?
Un niño en edad preescolar de 5 a 6 años aprenderá fácilmente un nombre por sí mismo; su experiencia ya le permite hacer esto. Lea cuentos de hadas, vea dibujos animados, nombres de otros, ¡hay mucho para elegir! Quizás el bebé consulte con su madre, pero no debe insistir en su opinión. El niño ya tiene una percepción personal de cada juguete y puede diferir significativamente de los padres.
Tampoco es necesario decirle al niño el nombre del juguete especificado por el fabricante. ¿Por qué limitar el vuelo de la fantasía de un hombrecito? Darle un nombre a una muñeca es un juego interesante, un proceso creativo que no tolera marcos rígidos.
Pero los niños más pequeños también juegan con muñecos. Aquí los padres deben participar activamente en la búsqueda de un nombre, o incluso darlo por su cuenta. El nombre debe ser tal que el niño pueda pronunciarlo fácilmente sin distorsión. Por lo tanto, es poco probable que un bebé de tres años pueda pronunciar claramente "Masha" o "Ira", pero "Tata" o "Anya" se pronunciarán fácilmente.
Deje que el nombre de la muñeca le sea familiar, pero no el mismo que el del niño. Los niños en edad preescolar son egocéntricos, será desagradable para ellos “compartir” su nombre con una muñeca.
No da miedo si con el tiempo el niño comienza a llamar a la muñeca de otra manera.
En los juegos de rol, a la muñeca también se le puede dar un "papel" y un nuevo nombre correspondiente.
Con la edad, la naturaleza del juego cambia, el propio bebé se desarrolla y su percepción del juguete también puede cambiar.