El chupete es un verdadero salvavidas para los padres de niños inquietos. Para muchos bebés, una pequeña succión del chupete es suficiente para calmarse y conciliar el sueño. Si el pezón no ayuda a calmar al pequeño peleador, consulte a su médico para averiguar las razones de la preocupación de las migajas. Lo principal es elegir el chupete adecuado para tu bebé.
Instrucciones
Paso 1
Preste atención al material del que está hecho el pezón. Debe ser 100% silicona de grado médico o látex suave y elástico. Los chupetes de silicona son más duraderos, insípidos, inodoros y resistentes a la luz solar. Los productos de látex suelen ser de color beige claro o mate y tienen un olor y sabor característicos. Su inconveniente es la fragilidad, se deforman y oscurecen con el sol.
Paso 2
Elija un chupete que se adapte a la edad de su bebé. Un pezón demasiado pequeño puede causar problemas de mordida en el bebé y un pezón grande puede ser difícil de mantener en la boca. Las tetinas que están diseñadas para la alimentación con biberón varían en la intensidad del chorro. Están marcados con números que indican: 1 - chorro lento, 2 - medio, 3 - rápido. Cambie sus pezones cada uno o dos meses.
Paso 3
La forma del producto es de gran importancia. Hay chupetes de ortodoncia redondos, anatómicos y simétricos. La tetina redonda sigue la forma del pezón durante la lactancia. Los pezones de ortodoncia hacen que la mandíbula inferior del bebé se mueva hacia adelante y hacia atrás mientras succiona, lo que ayuda a que se desarrolle correctamente. La forma del pezón anatómico corresponde a la estructura de las encías y tiene menos influencia en su estructura. Asegúrese de que la base del chupete tenga orificios de ventilación. El anillo de la tetina debe estar bien sujeto a la base.
Paso 4
Lave bien el chupete antes de cada uso y vierta agua hirviendo sobre él una o dos veces al día. Es bueno que la tetina se venda junto con un tapón de plástico especial, esto aumentará su higiene y lo protegerá de la contaminación. Revise todos sus pezones existentes con regularidad en busca de grietas u otros daños. No debe abusar del chupete y dárselo a su hijo cuando esté tranquilo y pueda prescindir fácilmente de él.