El amor no surge en el corazón, como piensan los amantes, sino en la cabeza. La parte del cerebro (lóbulo frontal) que controla el pensamiento lógico está apagada. Y la persona está cegada por el amor. No nota las deficiencias de un ser querido.
No aman ciegamente a la persona en sí, sino a su propia idea de él. El amante idealiza el objeto de su amor. No ve las cualidades negativas de un ser querido, pero exagera las positivas.
Ilusión óptica
Los científicos han descubierto que no aman con el corazón, sino con la cabeza. Durante el momento del enamoramiento, se producen algunos cambios en el cerebro. En primer lugar, las funciones que son responsables del análisis de la percepción visual se ven afectadas. El amor ciega a una persona.
El amante está increíblemente feliz. Mira el mundo a través de lentes color de rosa. Esto sucede porque se abre una nueva área del cerebro: la zona del amor y la euforia. Y esa parte (lóbulo frontal) que controla el pensamiento lógico está apagada. Debido a esto, el amante no se da cuenta de las deficiencias del ser querido.
El nivel de dopamina, la hormona del placer y la satisfacción, aumenta. Por tanto, es muy difícil renunciar a las experiencias amorosas.
Enfermedad del amor
Al estudiar las causas de la ceguera amorosa, los expertos han descubierto que el amor de una madre por su hijo y los sentimientos románticos son de la misma naturaleza. Con una excepcion.
El amor romántico, a diferencia del amor materno, va acompañado de atracción sexual. Es causada por la vigorosa actividad del hipotálamo. La parte del cerebro que regula la excitación. Cuando la atracción sexual pierde su agudeza, la persona enamorada lo verá.
El amor maternal ciego no se desvanece con los años. Los cambios en la corteza cerebral gradualmente se vuelven irreversibles. Tal amor destruye la psique de una mujer.
Víctimas del amor maternal
Si una madre no ve en su hijo una persona separada que merezca respeto y comprensión, ama ciegamente. Su hijo no podrá convertirse en una persona adulta e independiente. Construye tu vida feliz.
Las madres solitarias a menudo aman ciegamente a los niños. Los dan a luz "por sí mismos". Los niños son criados como "hijos de mamá", las niñas, como ardientes feministas.
Las madres poderosas están sujetas a un amor ciego. En una familia, esa mujer es la principal autoridad. Ella maneja a un esposo de voluntad débil e hijos "obedientes". Habiendo escapado a la libertad, los niños adultos se entregan con toda seriedad.
A veces, las madres que no han logrado realizar sus sueños y esperanzas intentan traducirlos en hijos. Así se manifiesta el amor paterno ciego, privando al niño del derecho a elegir.
Hay madres "amables" que no crían a un niño, sino que cumplen ciegamente sus deseos y caprichos. Fomente las payasadas. Un niño mimado por la atención y los regalos se convierte en un egoísta.