"¿Batir o no batir?" - así es como se puede parafrasear una pregunta conocida, hablando de la crianza de los niños. De hecho, cualquier persona cuerda entiende que golpear a los débiles e indefensos, por decirlo suavemente, no es bueno. Y un niño pequeño es precisamente débil e indefenso. Por otro lado, los nervios de las personas no son de hierro, y los niños a veces, por su comportamiento, la desobediencia, pueden enfurecer incluso a un santo.
Instrucciones
Paso 1
Intenta convencerte a ti mismo: un niño pequeño en la abrumadora mayoría de los casos se comporta mal, viola tus inhibiciones, no porque específicamente quiera molestarte. Es gracias a su desobediencia, que los empuja a aprender sobre el mundo, que los bebés se desarrollan. Esto es genéticamente inherente a su naturaleza, y simplemente no tiene sentido estar enojado con ellos. También podría estar enojado con la naturaleza por los cambios de estación, por ejemplo. Por lo tanto, nunca castigue físicamente a un niño que ni siquiera puede entender por qué le pegaron. Solo lo ofendes innecesariamente.
Paso 2
Si el niño está en una edad en la que ya puede comprender el significado de las prohibiciones y los requisitos, establezca límites claros y precisos de lo que está permitido y lo que no. Y, por supuesto, darle ejemplo en todo. Si, digamos, los padres exigen que un niño mantenga el orden en su habitación, que limpie los juguetes esparcidos y sus propias cosas estén esparcidas por todas partes, ¿vale la pena enfadarse con el bebé por su obstinada desobediencia? Además, para azotar. Piénsalo.
Paso 3
Digamos que tiene buenas razones para estar enojado con su hijo. Incluso si era realmente culpable. Pero piensa: su comportamiento es una consecuencia directa de tu educación. Desde que hizo esto, significa que te perdiste algo, que pasaste por alto en alguna parte.
Paso 4
Trate de explicarle a su hijo por qué no está satisfecho con su comportamiento. Di que continúas amándolo como antes, pero que él te molestó mucho, te molestó mucho. Tu tarea: hacer que se dé cuenta de que hizo mal. El efecto educativo de esto será mucho mayor que los azotes.
Paso 5
Si aun así no pudiste resistirte y le pegaste al niño, asegúrate de decirle cuando se calme que no querías hacer esto, te viste obligado a hacerlo por su mal comportamiento. El niño no debe pensar que has dejado de amarlo.