El nacimiento de un segundo hijo es un acontecimiento importante para toda la familia, especialmente para el primer hijo. Los niños, independientemente de su edad, reaccionan a los cambios familiares, reaccionan a las peleas y preocupaciones.
Es muy importante advertir al primogénito sobre los cambios futuros, para prepararse para un nuevo ritmo de vida.
Para los niños a una edad temprana, la estabilidad y la paz son importantes, que pueden verse perturbadas por una espera demasiado larga. Por lo tanto, debe advertir sobre la adición 2-3 meses antes del parto. Es importante comunicar las buenas nuevas con palabras de amor para el niño y minimizar la preocupación y la ansiedad.
Con los niños en edad preescolar, es mejor advertir sobre los cambios con 3 a 4 meses de anticipación; a esta edad, a los niños no les gusta esperar mucho. Es necesario que demuestre comprensión, tacto, puede que le lleve más tiempo darse cuenta de los cambios. Es recomendable dedicar más tiempo al anciano. Durante este período, recuerde y hable de lo pequeño que era, lo que hacía, cómo comía y dormía. Puede participar en el diseño del rincón en el que dormirá el hermano o hermana.
En la adolescencia, ya no vale la pena explicar qué es un bebé. Debe informar de inmediato sobre los próximos cambios en la familia, para lograr una relación de confianza. La aparición de un bebé conllevará preguntas sobre la vida sexual de los padres, es importante explicar con calma y tacto la fisiología.
A cualquier edad, se fomentan las preguntas y deben responderse con honestidad. Cuanto mejor preparado esté el primogénito, más fácil le resultará afrontar la noticia.