¿Ha decidido pasar sus vacaciones en el extranjero con su hijo? Una excelente solución, pero no olvide que un país desconocido no solo es una fuente de impresiones interesantes y emociones positivas, sino también de estrés para el cuerpo del niño. ¿A qué puede enfrentarse en un país extranjero y cómo proteger a su hijo de posibles problemas?
- Antes de emprender un viaje, estudie el mapa del mundo. Los médicos de niños dicen que elegir el lugar adecuado para descansar con un niño es la mitad del éxito. No debes viajar con niños a países epidémicamente desfavorables con un clima tropical como India, Madagascar o Bali, existe un alto riesgo de contraer malaria o infecciones intestinales.
- La recreación extrema no es para niños. Abandona la idea de hacer senderismo en la montaña o hacer kayak. Numerosas excursiones y atracciones tampoco tendrán el mejor efecto sobre la salud del niño; se debe evitar el esfuerzo físico intenso.
- Por su naturaleza, los niños son emocionales e inquisitivos, quieren ver todo, estar a tiempo en todas partes. Sea capaz de planificar y organizar el día de su hijo para que el estrés emocional no se vuelva excesivo. De lo contrario, en lugar de descansar, el cuerpo se estresará.
- A menudo sucede que un niño abrumado con nuevas impresiones no quiere dormir, sin embargo, es importante observar el régimen. Asegúrese de que no haya actividades al menos dos horas antes de acostarse. Este tiempo debe transcurrir en un ambiente tranquilo. Lean un libro juntos, no de la noche a la mañana, hagan té con hierbas calmantes. El niño necesita recuperarse, de lo contrario pueden surgir problemas de inmunidad y aclimatación.
- Para no interrumpir el proceso digestivo del niño debido a alimentos inusuales, prepare un plato familiar para él al menos una vez al día. Esto creará una atmósfera hogareña y acelerará enormemente la adaptación.
- En un país extranjero, a veces puede ser difícil encontrar el medicamento necesario, por lo que debe abastecerse de los medicamentos necesarios con anticipación. Asegúrese de llevar consigo al menos 30 protector solar SPF. Para una exposición prolongada al sol, aplíquelo en la piel de su hijo al menos una vez cada 2 horas. No te olvides del sombrero, que debe estar hecho de tela natural transpirable de color claro.