Una personalidad fuerte tiene estabilidad interior y armonía espiritual, y esta cualidad ayuda a una persona en la vida en mucha mayor medida que los músculos que se inflan. Al poseer la fuerza del espíritu, una persona está feliz y confiada en sí misma, puede superar cualquier obstáculo y es capaz de mover montañas. Al igual que la musculatura, la mente es susceptible de entrenamiento. Y si de momento aún no eres una persona fuerte, con suficiente esfuerzo, puedes convertirte en uno.
Instrucciones
Paso 1
Para empezar, aprenda a enfrentar su miedo. En el mundo moderno del estrés, una persona se enfrenta a una u otra situación alarmante todos los días. Pero no puedes permitir que el miedo sea más fuerte que tú. Aprenda a mirarlo directamente a la cara y comprenda sus causas. Imagina todo lo peor que puede pasar e imagina que ya pasó. Acepta esta cosa mala. Tendrás que pasar por sensaciones desagradables, pero entonces el miedo no tendrá poder sobre ti.
Paso 2
No sientas lástima por ti mismo. La autocompasión, el resentimiento hacia los demás, las afirmaciones de la categoría "todos me deben" son la suerte de los individuos débiles. Estos sentimientos te quitan energía, te preparan para pensamientos negativos y te hacen sentir como un débil perdedor. Recuerda todos los agravios que aún están vivos en tu alma, revive la situación que te traumatiza y perdona a las personas que te ofendieron. En el momento en que haga esto, se sentirá físicamente más fuerte.
Paso 3
Vivir al día. Mucha gente vive de los recuerdos y no importa si esos recuerdos son buenos o malos. Cuando estás viviendo en el pasado, no estás viviendo en el presente. Los recuerdos obsesivos del pasado te agotan la energía. Date cuenta de que el pasado se fue y nunca volverá a suceder. Y en el futuro, la alegría y la felicidad te esperan, si solo crees en ello.
Paso 4
Aleja los malos pensamientos de ti. La forma de pensar también es un hábito, y muchas personas están acostumbradas a vivir viendo todo como algo extremadamente malo. Aprenda a ver al menos una gota de bondad en todos los eventos de su vida. No olvides buscar los aspectos positivos en todo lo que te pase, y un día verás que simplemente no puedes pensar de otra manera.
Paso 5
Ayudar a las personas. Las personas fuertes siempre están dispuestas a compartir su fuerza interior con los demás, mientras que las personalidades débiles están acostumbradas a pensar exclusivamente en sí mismas. Sin embargo, recuerde que la ayuda no debe ser a expensas de usted ni de sus propios intereses.