Traición … Cuántas emociones paradójicas hay en ella. Esto es voluptuosidad tabú, atracción traicionera, miedo, excitación y dolor incomprensible. Hacer trampa es un hecho que la vida a veces enfrenta. Un hecho que lo cambia absolutamente todo y excluye cualquier posibilidad de ignorarlo.
Instrucciones
Paso 1
En primer lugar, ambos deben marcar las i. De lo contrario, la falta de acuerdo se irá abriendo paulatinamente hacia un abismo insuperable. Cuanto más permanezcas en silencio y trates de reprimir las emociones que surgen a causa de su infidelidad, más insoportable te volverás. Sin mencionar el hecho de que en un buen momento este dolor creciente se tragará arrogantemente su naturaleza debilitada psicológicamente. No dejes que esto suceda.
Paso 2
Dígale cómo se siente, no tenga miedo de parecer herido, porque esto puede provocar una reacción completamente inapropiada de su parte. Averigüe (en la medida de lo posible) qué factores lo llevaron a traicionar.
Paso 3
Sería útil en tal situación estar un poco separados. A veces, para comprender cómo te relacionas con una persona, es suficiente privarte de su sociedad. Entonces, a solas consigo mismo, concentrándose exclusivamente en sus propias experiencias, probablemente podrá "recuperarse" de su drama personal, completa y desinteresadamente. Quizás incluso encuentres en esto una especie de pacificación, similar a la catarsis. No te dejes intimidar por esto en ti mismo, porque es muy posible rehabilitarte psicológicamente, limpiarte del dolor que te consume mentalmente a través de la compasión por ti mismo.
Paso 4
Después de catarsizar con éxito y finalmente sentir una relativa armonía, continúe escuchando a su ser interior. Decida un nicho que esté listo para permitir que su hombre ocupe después de todo lo que sucedió. Por supuesto, según, entre otras cosas, los intentos que está haciendo (¡y si está haciendo!) Para preservar su relación.
Paso 5
Trate de perdonarlo por su afirmación fisiológica y su inconsistencia moral … Al final, es solo un hombre, débil, asustado y en muchos sentidos humillado. No es culpa suya que lograras ver en él algo mucho más de lo que realmente era. Todo es culpa de las expectativas sobreestimadas de algunos y de la total incapacidad de otros para cumplirlas. Perdónalo de una vez por todas, perdona por tu propio bien, porque esta es la única forma posible de encontrar el equilibrio. Ten en cuenta que el perdón no te obliga a quedarte ni a irte. Su esencia radica en la liberación de las garras internas, surrealistas y artificiales, pero bastante capaces de envenenar tu existencia futura.