Muy a menudo, los padres del novio o la novia, tratando de eliminar algunas de las preocupaciones de la futura familia joven, intentan participar activamente en el proceso de preparación para la boda y ayudan con consejos. Sin embargo, a veces las opiniones de la generación mayor sobre temas relacionados con la próxima celebración difieren significativamente de las ideas del futuro esposo y esposa sobre cómo deben celebrarse sus vacaciones personales.
A veces, los jóvenes, por temor a ofender a sus padres, se avergüenzan de decirles directamente que no se necesita ayuda externa. Esto sucede especialmente a menudo cuando la madre y el padre de una de las partes intentan participar activamente en el proceso de preparación de una futura boda. En tales casos, la novia teme estropear la relación con el futuro suegro y la suegra, y el novio, con la suegra y el suegro. Como resultado, todos resultan insatisfechos, pero permanecen obstinadamente en silencio.
¿Cómo no ofender a tus padres?
Para no ofender a los padres y explicarles cortésmente que no se requiere su participación en la organización de la boda, primero, los jóvenes deben hablar seriamente sobre este tema entre ellos y decidir qué es exactamente lo que los consejos y el comportamiento de los padres no significan. les conviene. En esta conversación, vale la pena decidir qué tipo de cosas aún pueden confiar a sus padres, para que al menos de alguna manera puedan participar en la preparación.
Puede confiar a la madre el diseño y el orden de las invitaciones de boda o hornear un pan, y al padre: la distribución de los invitados en la mesa festiva y el control de la decoración del salón. Así que los padres se involucrarán en la causa común, pero al mismo tiempo, la decisión de los principales temas (la elección del lugar para el banquete, el fotógrafo, el brindis y el recorrido del paseo nupcial) quedará con los jóvenes. En tal situación, el resentimiento de los ancianos no debería ser así.
¿Cómo les dices tu decisión?
La siguiente etapa es la conversación directa con los padres. Si solo una de las partes interviene activamente en la preparación de la boda, es mejor hablar con los mayores con el joven más cercano. Es mejor comunicarse con los padres de la novia con el futuro recién casado, y con la madre y el padre del lado masculino, con el novio mismo. Será mucho más fácil para los padres escuchar y comprender a su propio hijo, y no al elegido o elegido. Si los padres de ambas partes buscan participar en la preparación, entonces sería mejor reunir a todos para una cena o almuerzo familiar y discutir con franqueza todos los temas controvertidos.
Lo principal es explicarles a tus padres que valoras y respetas su opinión en cualquier asunto, pero sin embargo, una boda es tu fiesta personal y el único día de tu vida que te gustaría pasar exactamente como pretendías.
Pida a los padres que recuerden cómo fue su boda y si todo salió como ellos querían. Quizás recuerden cómo sus padres intervinieron en la preparación en ese momento, y se darán cuenta de lo importante que es que todo en este día salga como los jóvenes quieren. Solo entonces las vacaciones se convertirán realmente en un día inolvidable y alegre para los novios.