Según la leyenda, solía vivir gente en el mundo que tenía dos cabezas, 4 brazos y 4 piernas. Eran demasiado valientes y fuertes, por lo que los dioses se enfurecieron y se dividieron en hombres y mujeres.
Versión 1: no existen otras mitades
Las leyendas son leyendas, pero en la vida todo se desarrolla de manera muy diferente. Nadie puede darte una garantía de que en un momento u otro conocerás exactamente a tu persona, quien no solo se adaptará a ti con su carácter y apariencia, sino que también te complementará, te ayudará en todos tus esfuerzos, con quien estarás de acuerdo. la vida.
Algunas personas permanecen solas para siempre, porque no pueden conocer a alguien que se adapte a ellas. Para sentarse y esperar tranquilamente la aparición de su persona, debe tener una resistencia colosal, coraje, coraje y una fe inquebrantable en los milagros. La opción más impecable sería elegir no un amor loco, sino una persona confiable que se convertirá en tu compañera de vida. Solo necesita estar seguro de que en el futuro su pareja no lo traicionará, sino que lo apoyará en cualquier situación, incluso en la más difícil. No permitas que sientas una sensación de pasión desenfrenada, su toque no te pondrá la piel de gallina y la relación no estará llena de romance. Lo principal es la estabilidad y la confianza en el futuro. Según las estadísticas, los matrimonios más fuertes son los que se celebran por conveniencia. Y ni siquiera se trata de prosperidad material, sino de la elección de un cónyuge que siempre pueda estar contigo.
El amor loco nubla la mente y solo trae problemas y frustraciones. La persona de la que estás enamorado no siempre coincidirá con tus puntos de vista sobre las relaciones ideales, por lo que pronto comenzarán malentendidos, peleas y escándalos en tu pareja.
Las segundas mitades son solo un cuento de hadas. Usted mismo elige un compañero de vida que se adapte a usted.
Opción 2: existen segundas mitades
A pesar del enfoque racional de la cuestión de la existencia de segundas mitades, hay muchas personas en el mundo que creen ciegamente en el amor y el destino. Están dispuestos a esperar toda su vida por una persona en la que confiarán, como ellos mismos, a quien amarán y apreciarán. Algunas chicas afirman que en algún lugar de la tierra hay un hombre que les enviará Dios, que se convertirá en el único para ellas de por vida. Sorprendentemente, realmente encuentran su felicidad. A veces, al conocer a alguien, la gente comprende de inmediato que ese es su destino. Su relación está llena no solo de complementariedad mutua, sino también de un amor tembloroso que perdura por el resto de sus vidas.