Al prepararse para el nacimiento de un niño tan esperado, la familia está tratando de descubrir cómo elegir lo mejor y más útil para el bebé. Dado que al principio el recién nacido duerme la mayor parte del día, las madres jóvenes están desconcertadas por la pregunta: qué tipo de cama necesita el bebé. Para decidir, las mujeres leen las reseñas de madres experimentadas, donde se puede ver una opinión puramente personal sobre lo que es bueno y lo que es malo.
El mercado de bienes y servicios modernos es tan grande que los compradores a veces se pierden en medio de la abundancia. Las cunas para bebés se dividen en varios tipos: una cama simple, con un péndulo transversal, con un péndulo longitudinal, una cuna, una cama transformadora, una mecedora. Los modelos más habituales son las camas pendulares y las cunas normales. Cada uno de ellos tiene una serie de ventajas específicas.
Cama de péndulo
Para una mujer que lleva un bebé debajo del corazón, no será un descubrimiento que un bebé se acostumbre a los temblores constantes y al mareo por movimiento en 9 meses. Es capaz de relajarse y quedarse dormido en ese entorno, mientras siente paz y tranquilidad. Una vez nacido, el uso de una cama pendular ayudará al recién nacido a adaptarse fácilmente a un nuevo lugar para dormir. El mareo leve por movimiento le permitirá sentir la misma comodidad de la vida intrauterina. Cuando el bebé crezca un poco y aprenda a levantarse, se debe arreglar el mecanismo de la cuna para evitar lesiones.
Hablando de las desventajas, vale la pena señalar, en primer lugar, que el costo de tales camas es mucho mayor. Además, muchos niños, que se acostumbran a quedarse dormidos durante el mareo por movimiento, están en una edad más consciente, simplemente no pueden dormirse por sí mismos.
A menudo, la madre prefiere acostar al bebé a su lado, ya que esto deja más tiempo para dormir. Para estas madres, hay nuevos tipos de camas, que se adjuntan a una cama para adultos.
Cama regular
Muchos de los padres jóvenes de hoy en día crecieron en una época en la que lo único que se podía comprar era una cuna corriente. La ventaja más importante es su estabilidad y la resistencia general del marco. Un niño menor de 3 años se sentirá bastante cómodo durmiendo en una cama de este tipo. Otra ventaja es el precio relativamente bajo disponible para familias de bajos ingresos. Utilizando una cama normal, el recién nacido se acostumbra a dormirse por sí solo, lo cual es sumamente importante para su desarrollo. Por supuesto, al principio será más difícil para el bebé adaptarse al nuevo mundo, pero el columpio, tan familiar para él, se desvanecerá gradualmente en un segundo plano.
Es mejor no comprar una cuna a través de las tiendas en línea, ya que debe inspeccionar personalmente el futuro lugar para dormir de su hijo para detectar cualquier defecto de fabricación.
Solo mamá, como nadie más, sabe qué es lo mejor para su hijo. Cualquiera que sea la cama que elijas, lo principal es que sea de madera natural, bien pulida y no cubierta con una capa de barniz. La seguridad es por encima de todo, por lo tanto, vale la pena comprar una cuna después de un examen minucioso de la misma y familiarizarse con los documentos que certifican la calidad del producto.