No es raro que la mayoría de los niños experimenten varios miedos. Las razones que las provocaron pueden parecer ridículas para los padres, pero no hay necesidad de reírse del niño tímido. Será mucho más beneficioso brindarle apoyo emocional y tratar de disipar sus preocupaciones.
Instrucciones
Paso 1
Primero, escuche atentamente a su hijo, deje que le cuente sus miedos. Entonces habla con él con calma. Si el bebé le tiene miedo a la oscuridad y a los monstruos que viven en ella, debes explicarle que por la noche todos los objetos son iguales, no hay monstruos. Camine por la noche por una habitación oscura con su hijo, llame y toque los objetos circundantes: "Mira, aquí está tu cama, y este es tu osito de peluche …". Convence al niño de que nada terrible le puede pasar en su casa. Ponlo en la cuna de los defensores: un valiente tigre de peluche o un Batman invencible.
Paso 2
Pídale a su hijo que dibuje sus miedos. Discuta este dibujo con su niño pequeño. Elogie al niño por sus esfuerzos y luego dígale que ahora desterrarán ese miedo juntos. Pídale a su hijo que rompa el dibujo en pedazos pequeños y lo tire a la basura. Si el bebé es mayor, entonces quemar una hoja de papel con el miedo dibujado será una forma muy eficaz de "lidiar" con el miedo pintado. Muy raramente, pero por si acaso, piensen juntos y desarrollen un plan de acción para haz que tu bebé se sienta seguro de nuevo. El miedo a perder a sus padres es muy fuerte en algunos niños. Abrace a su bebé y dígale que lo ama mucho y que siempre estará con él.
Paso 3
No ridiculice ni asuste a su hijo con perros, bebés o policías. El niño se toma esas amenazas muy en serio. Trate todos sus sentimientos y experiencias con comprensión. Inculque en el niño la confianza de que la mayoría de los miedos son infundados y siempre pueden ser tratados si así lo desea. En casos graves, busque la ayuda de un psicólogo.