Algunos padres, guiados por el principio "nunca hay mucho amor", reprimen a sus hijos no solo con un cuidado ansioso, sino también con un control y patrocinio constantes. El motivo de tal sobreprotección (hiperprotección) pueden ser varios factores: miedo a la soledad, sentimiento de insatisfacción en el amor, inseguridad, desconfianza del niño, deseo de poder, la repetición de la historia de la propia infancia. Sin embargo, este tipo de crianza tiene muchas consecuencias negativas para el desarrollo del niño.
Instrucciones
Paso 1
Tipos de sobreprotección
1. Indulgente: al niño se le permite cualquier cosa y más. El niño se coloca en el "centro del universo", su comodidad, salud y bienestar en primer lugar, y los intereses de los demás miembros de la familia no se tienen en cuenta. Al niño no se le plantean demandas, prohibiciones, castigos. Cualquier capricho del niño se cumple de inmediato. Los padres inspiran al niño que es un genio, el mejor.
Por supuesto, no será fácil para un niño así en el jardín de infantes, y los maestros en la escuela no harán la vista gorda ante la posición de la permisividad. Los compañeros tampoco favorecen a los mimados. Cuando el niño no cumple con las expectativas de los padres, se producirán trastornos emocionales, complejos y baja autoestima.
Paso 2
2. Exigente: nada y nunca está permitido. El niño está bajo supervisión constante, control parental. Tiene muchas responsabilidades en el hogar, en sus estudios, en diversas actividades extraescolares. "Estás obligado" - la mayoría de las veces el niño tiene que escuchar. El niño debe informar a sus padres sobre su más mínimo paso y obedecer impecablemente los requisitos de los adultos.
Incertidumbre en sus capacidades, falta de iniciativa, falta de posición propia, aislamiento, comunicación limitada con los demás. En la adolescencia, el niño se da cuenta del trato injusto de sus padres y comienza a rebelarse contra su autoridad.
Paso 3
Los padres sean considerados mostrando amor y cuidado por sus hijos. Es su responsabilidad educar, no romper. ¡Cuida a tus hijos!