La disbacteriosis es una enfermedad causada por un número insuficiente de bacterias beneficiosas y la colonización del intestino con microflora dañina. En el caso de los lactantes, sus principales motivos son el destete más temprano, la alimentación con fórmulas no adaptadas, la inmunidad debilitada por enfermedades previas y el tratamiento con antibióticos.
Instrucciones
Paso 1
La mejor forma de prevenir esta enfermedad es la lactancia, porque así es como el cuerpo del niño está poblado por bacterias beneficiosas, se fortalece la inmunidad, el niño recibe la cantidad óptima de vitaminas y nutrientes. Si la leche materna no está disponible, elija una fórmula artificial con la presencia de bacterias del ácido láctico en la composición (comida para bebés adaptada). Si su bebé está inquieto, sufre un aumento de la producción de gases, hinchazón, a menudo regurgita, tiene heces blandas (consistencia espumosa con olor a podredumbre o fermentación) o estreñimiento, llora después de la alimentación, debe comenzar a tratar la enfermedad con urgencia, es decir, restaurar la microflora intestinal.
Paso 2
Primero debe reducir la cantidad de bacterias patógenas. Antes de comenzar a hacer esto, asegúrese de hacerse una prueba de la composición cuantitativa y cualitativa de la microflora. Según los resultados, descubrirá qué bacterias colonizan los intestinos del niño y cuáles están ausentes o presentes en menos cantidades de las necesarias para el proceso de digestión normal. Muestre los resultados al médico, en base a ellos le recetará un complejo especial de bacteriófagos con los que le dará de beber al bebé. Los bacteriófagos proporcionarán condiciones favorables para el injerto de microorganismos beneficiosos en los intestinos del bebé.
Paso 3
Para reducir la cantidad de microflora patógena, se prescriben medicamentos para enriquecer el sistema digestivo con microorganismos beneficiosos. Estos son productos que contienen bacterias vivas: bacterias del ácido láctico, bifidobacterias, etc. Agréguelas a la comida de su bebé, a la leche materna extraída oa la fórmula artificial. Los requisitos previos para el tratamiento de la disbiosis son un aumento de la inmunidad del niño y la creación de un entorno favorable para la recuperación. Para hacer esto, observe estrictamente la esterilidad de los platos con los que alimenta al bebé y también controle la higiene de las glándulas mamarias si el bebé es amamantado. Lleve a su hijo a caminar al aire libre todos los días y use baños de aire durante los meses más cálidos. Ventile el vivero con regularidad.