La angina de pecho puede enfermarse no solo en invierno, sino también fuera de temporada. Muy a menudo, los niños padecen esta dolencia. Si un niño rara vez sufre de angina y la tolera con relativa facilidad, a los primeros síntomas, puede hacer frente a la enfermedad por su cuenta, sin ir al médico.
La forma más fácil de tratar el dolor de garganta es hacer gárgaras, lo que limpia la garganta de virus y bacterias. Como componentes de la solución, puede usar permanganato de potasio, furacilina o clorhexidina. Debe tenerse en cuenta que las soluciones deben ser muy débiles. Para los bebés, las decocciones e infusiones de tilo, caléndula, salvia o manzanilla son las más adecuadas. Cada procedimiento se realiza después de las comidas y se repite después de 3 horas.
Durante un dolor de garganta, debe beber mucho. Beber no solo expulsa los organismos nocivos de la membrana mucosa al estómago, donde se desinfectan debido al jugo gástrico, sino que también ayuda a eliminar toxinas y sustancias nocivas del cuerpo. Puede beber bebidas de frutas de arándano rojo o arándano, agua, té con frambuesas o miel, leche tibia con la adición de mantequilla.
Otro asistente en la lucha contra la angina de pecho es un inhalador. Este dispositivo ayuda a aliviar el dolor, la inflamación y la hinchazón. Para la inhalación, puede usar varios aceites esenciales: salvia, eucalipto, menta, lavanda o abeto. ¡Los procedimientos se pueden llevar a cabo solo si la temperatura corporal no supera los 37, 5C!
Puede usar aerosoles, pastillas para chupar o pastillas disponibles en las farmacias. Ayudarán a hacer frente a la angina de pecho debido a los componentes antisépticos y antiinflamatorios que componen su composición. Pero sin consultar a un médico, no se recomienda recurrir a este método de tratamiento, ya que no son adecuados para todos los niños.
Es imperativo revisar el menú del niño, excluyendo de él los alimentos gruesos que dañan la garganta. La comida debe estar tibia y sin condimentos ni especias.
Es posible tratar de forma independiente a un niño solo cuando los síntomas del dolor de garganta acaban de aparecer. Si después de 2 días la condición del bebé no mejora, definitivamente debe consultar a un médico para descartar cualquier infección bacteriana que pueda convertirse en amigdalitis estreptocócica.