Exceso de juguetes, ropa, juegos sobrecargados. El minimalismo ayuda a los niños a estar tranquilos, ser razonables y concentrados. Esto no significa que solo deban dejar paredes blancas y un juguete en la habitación de los niños, pero la capacidad de llevarse bien con las cosas pequeñas tiene sus ventajas.
El caos de un armario lleno de ropa, cajas llenas de juguetes tiene un efecto negativo en la psique. La incertidumbre, la ansiedad, los problemas de comportamiento surgen cuando hay muchas opciones pero no hay suficiente tiempo. El minimalismo en la crianza de los hijos implica menos material, pero más diversión. Entonces los niños tendrán:
Las investigaciones muestran que menos juguetes pueden ayudar a los niños a concentrarse y jugar durante más tiempo con un solo juguete. El niño aprende a concentrarse. Que sea aburrido a veces, pero la rutina diaria se mantendrá. Nada distraerá después de la escuela. El desorden crea estrés, al igual que la petición constante de "guardar los juguetes".
… El minimalismo te enseñará a valorar lo que ya tienes. Cuando el surtido es pequeño, a los chicos les encantan sus juguetes, los aprecian como un tesoro. La necesidad de intercambiar, compartir, a su vez, desarrolla habilidades sociales y comunicativas.
Cuando no hay nada que hacer en la habitación, los niños salen en busca de amigos. Camaradas, naturaleza, juegos al aire libre, deportes: todo esto vale la pena adaptarse a un estilo de vida minimalista.
… La falta de entretenimiento se convierte en una fantasía infantil: las almohadas se convierten en fuertes, las cajas en coches. Los chicos crean escenas y situaciones divertidas para jugar. Inventan del material que tienen a mano lo que falta en la vida. La imaginación se desarrolla. Menos opciones significa soluciones más creativas.
… El límite te obliga a elegir los juguetes con cuidado, gastar el dinero con sensatez o pedir regalos para las fiestas. Ir de compras no tiene por qué ser impulsivo. Poco a poco, los niños aprenden sobre el consumismo, la publicidad. Aprenda a manejar el dinero. Se hacen preguntas sobre los beneficios, la calidad y la practicidad de las cosas.
Ver una película, jugar un juego de mesa o leer un libro en voz alta les da a los padres la oportunidad de vincularse con sus hijos y hacer amigos.
Los niños comprenden que hacer compras frívolas no los hará felices. Saben disfrutar de las pequeñas cosas. Más a menudo eligen actividades y experiencias: vacaciones familiares, reuniones con amigos, un viaje con su abuela.
Para saber qué juguetes guardar y de cuáles deshacerse, observe. Los niños aprenden jugando. Los juguetes son herramientas de aprendizaje. Esté atento al menos durante una semana. Calcule: lo que ama el bebé, lo que lo desarrolla, lo que ocurre en la guardería. Deshágase de las cosas innecesarias con su hijo.
Reducir el número de juguetes nunca debería ser un castigo. Es una liberación para todos los involucrados: a los niños también les encanta el cambio. Al experimentar el vacío y el aburrimiento, rápidamente encuentran cómo volver al juego.