Muchos padres argumentan que solo hay dos enfoques para la crianza de los hijos: estricto y permisivo. Ésta es una afirmación absolutamente errónea.
Un niño puede ser educado tanto en rigor como en permisividad. Si constantemente expone a un niño a todo tipo de castigo y represión, esto no conducirá a nada bueno. Él puede guardarte rencor, retírate. Además, puede tener grandes problemas y malentendidos con sus hijos en el futuro. Pero no se puede permitir todo.
Si el niño no está limitado en nada, entonces se volverá descuidado y malcriado. Esto interferirá con él en la escuela y cuando se comunique con los niños y luego en el trabajo. Además, el niño puede pensar que sus padres simplemente no quieren y no quieren hacerse cargo de su crianza, pero dejan que todo siga su curso. Esto tampoco es bueno. Es imposible entrar en estos dos extremos, debe combinar ambos enfoques, entonces será más fácil criar a un niño y esta crianza no dañará de ninguna manera su vida y psique futuras.
La exactitud de este juicio puede ser confirmada por muchos casos y ejemplos. Cada uno de nosotros en la vida fue afortunado, probablemente, de observar a otras familias. Y muchos de nosotros tenemos la misma impresión de padres estrictos. Son aquellas familias en las que los niños reciben una educación generosa las que nos parecen más atractivas. Son estas familias las que pueden llamarse estándar y servir de ejemplo para los demás.
No vale la pena comenzar a educar la disciplina del niño desde la infancia. A esta edad, los niños no entienden esto, están tranquilos y no pueden hacer muchos problemas serios. Los bebés necesitan que se les brinde amor, ternura y cuidado. Pero las habilidades disciplinarias deben desarrollarse a la edad de un año. En este momento, el niño comienza a moverse activamente, a aprender sobre el mundo y, a menudo, lo hace fuera de la caja o de manera demasiado activa. Por lo tanto, es muy importante tener en cuenta todas las características individuales de su hijo al criarlo.
Nadie discute que existen tales niños ángeles, al criarlos, no es necesario hacer mucho esfuerzo. Pero también hay niños con carácter. Es con estos que surgen los problemas. Para obligar a un niño a obedecer, no es necesario insultarlo y gritar, y mucho menos golpearlo. Solo necesitas inculcarle la habilidad de escuchar los comentarios de los adultos. Entonces, el niño se dará cuenta rápidamente de lo que ha hecho, y esto no dañará su psique.
Es importante recordar que nunca surgirán tragedias colosales. Después de todo, ¿qué cosa terrible puede hacer un niño de dos años? ¡Eso es, nada! Por lo tanto, no necesita esforzarse por eliminar todas las deficiencias de su hijo a la vez, ¡sino educar su disciplina gradualmente y paso a paso!