Los números que muestran las balanzas cuando se pesa al bebé mensualmente no son solo un indicador de si el bebé está recibiendo suficiente nutrición. Por cómo se recupera el bebé, los médicos juzgan el desarrollo del cuerpo en su conjunto, la presencia o ausencia de enfermedades.
Instrucciones
Paso 1
Después de que nace el bebé, comienza a perder peso. La razón de esto es el estrés del nacimiento, el proceso de adaptación a la vida fuera del útero de la madre, así como la liberación de una gran cantidad de heces originales: meconio. Este proceso tarda varios días. Durante este tiempo, el bebé pierde del 8 al 10% de su peso original. Podrá ser dado de alta del hospital solo después de que comience la dinámica positiva, es decir, los números en la balanza subirán sigilosamente.
Paso 2
Al principio, el aumento de peso del recién nacido se estima no después de un mes, sino durante la primera semana. En promedio, debería agregar unos 150 gramos. Recuerde, es recomendable pesar al niño en la misma balanza, a la misma hora del día. Durante el primer mes, se considera normal "ganar peso" en 600 gramos.
Paso 3
Durante el segundo y tercer mes, el bebé debería ganar otros 600-800 gramos. Entonces la tasa se puede calcular usando la fórmula: tasa = aumento en el mes anterior menos 50. Por ejemplo, si a los 3 meses un niño ha agregado 800 gramos, entonces a los 4 ganará 800-50 = 750 gramos.
Paso 4
Recuerde que su bebé puede aumentar de peso de manera desigual. Por ejemplo, un niño aumentará 450 gramos en un mes y 1 kilogramo en el siguiente. Como resultado, se cumplirá la norma de dos meses.
Paso 5
Aproximadamente desde los seis meses de edad, el niño comenzará a agregar un promedio de 300 a 400 gramos por mes. Cuando tenga un año, el peso del bebé debe ser de unos 10-12 kilogramos.
Paso 6
Si el aumento de peso no es tan intenso como debería ser, solo un médico puede determinar la causa. Es posible que el bebé no se recupere lo suficiente o no se recupere debido a diversas enfermedades. Por ejemplo, debido a problemas gastrointestinales: disbiosis, deficiencia de lactosa o intolerancia a las proteínas de los cereales. En este caso, las heces del niño se alteran: se vuelven líquidas, espumosas, con trozos de comida no digeridos y aparecen dolores abdominales. Si todo está en orden con el estómago, se pueden asumir trastornos metabólicos.
Paso 7
Sin embargo, la mayoría de las veces, el escaso aumento de peso se debe al hecho de que el bebé no tiene suficiente leche materna o fórmula. Si desea saber cuánto ha succionado el bebé, péselo antes y después de amamantar. Compare la diferencia con los estándares de consumo desarrollados por los médicos.