Si una persona no se ama a sí misma, nunca podrá establecer una relación con alguien. Sin una base básica en forma de respeto y amor, no se puede construir la confianza.
En el caso de que alguien de la empresa comience a jactarse y a sentirse inmensamente orgulloso de sí mismo o de su propiedad, los amigos se alejarán gradualmente de él. Al principio, sus compañeros comenzarán a influir en él e influir en él de todas las formas posibles, pero este método no siempre ayuda. Las relaciones con los amigos se pueden perder para siempre, los familiares pueden perdurar durante mucho tiempo.
Cuando una disputa, una discordia y un malentendido entran en un hogar humano, la energía positiva está necesariamente ausente en él, la comodidad se derrumba. Entre los cónyuges, esta relación generalmente se convierte en silencio. Y luego, como resultado, en un divorcio. La Biblia dice que el orgullo mata a cualquiera.
Esta relación se estableció entre David y Absalón cuando este último regresó a la casa de su padre. David permitió que su hijo viniera al palacio y viviera allí, pero estaba demasiado orgulloso para hablar con su hijo que había tropezado. Entonces Absalón vivía junto a su padre, sin comunicarse con él de ninguna manera. El gran rey se separó de su hijo, encerrando su corazón y sus sentimientos en el castillo. Como resultado, el hijo murió, y también hay una cierta cantidad de culpa de su padre en esto.
Cuando hable con sus seres queridos, siempre debe vigilar sus palabras, porque una palabra ofensiva puede crear un abismo entre familiares y amigos.
A menudo, las personas que están orgullosas de sí mismas y de su posición en la sociedad son en realidad cobardes y envidiosas. Muestran todo su patetismo solo en apariencia, pero en realidad no son nada.
Cuando hay aversión al interlocutor en la comunicación, el orgullo humano también se manifiesta en este.
En primer lugar, una persona debe buscar la razón para romper las relaciones con alguien en sí misma y reprimir el orgullo desde la raíz. Esto ayudará a volverse hacia el Señor.
Debes dominar tus malos pensamientos dirigidos a otras personas. Vale la pena recordar la humildad, te ayudará a equilibrar la actitud hacia ti mismo, el mundo que te rodea y las acciones en particular.
También necesitas leer constantemente las oraciones, te ayudarán a relacionarte con las personas más fácilmente. Después de todo, también contienen humildad, mansedumbre. Las oraciones te ayudan a encontrar las palabras adecuadas para comunicarte con los demás.