La transición del niño de las vacaciones de verano a las tareas educativas de otoño debe ir acompañada de una atención especial por parte de los padres.
Los baños de sol y mar, el patio y los juegos de computadora, la hora de acostarse a medianoche y el despertar al mediodía, todo esto desaparece con el verano. La naturaleza y la civilización dan tiempo suficiente para una transición saludable. Los padres ya están bastante preparados para el año escolar, los niños están involucrados en la reestructuración. Y si los asuntos educativos importantes tienen muchas niñeras, el sueño, por supuesto, tiene menos.
Dormir dormir dormir
Ajustar tu rutina diaria no es una tarea fácil. En primer lugar, es mutuo. Los adultos tendrán que olvidar que el niño “no hizo nada” durante todo el verano y “durmió lo suficiente”. Y si está acostumbrado a madrugar, entonces "no hay problemas". El estudiante tendrá que llegar a un acuerdo con el diario despertarse temprano e igual de temprano, pero ya por la noche, obligado a dormir. Es más fácil para todos aceptar el desafío del régimen escolar que multiplicar los conflictos internos.
La calidad del sueño afecta la concentración y el estado de ánimo del niño. Está directamente relacionado con la formación de la actitud del alumno hacia el trabajo escolar. Más de una cuarta parte de los estudiantes de secundaria se durmieron en clase al menos una vez durante el año. La situación se ve agravada por los cambios en la nutrición y las necesidades deportivas de un cuerpo en crecimiento.
Sueño, comunicación, electrónica
Debe tener lugar una conversación seria sobre la televisión y medios electrónicos de comunicación como un teléfono celular y una computadora personal. Nadie menosprecia su valor educativo, la estimulación cerebral beneficiosa. Pero la luz artificial de sus pantallas suprime la hormona responsable de inducir el sueño.
Más de la mitad de los jóvenes de 13 a 17 años pasan la última hora antes de acostarse para comunicarse por correo electrónico y por medios audiovisuales con sus compañeros. Realmente necesitan mantener relaciones interpersonales constantes y versátiles. Muchos se consideran obligados a responder de inmediato a las señales y publicaciones.
Es difícil recomendar la única forma aceptable en la que es posible entrenar a los amigos jóvenes para que reciban respuestas después de dormir. La paciencia y la perseverancia serán los primeros asistentes aquí.
La necesidad de dormir es de naturaleza individual, pero en cualquier caso, dependiendo de la edad y la carga escolar, la duración del sueño nocturno oscila entre las 11 y las 8 horas. Solo hay un criterio: el niño debe despertarse vigorosamente. Los expertos recomiendan hacer los deberes lo antes posible, evitando el café, la energía y las bebidas carbonatadas por las noches. Sin duda, las niñas se verán mejor y los niños se volverán más fuertes y valientes si aprenden a dormir correctamente.