A primera vista, los hombres son más independientes, son más fuertes y más independientes que nosotras las mujeres. Se quejan y se quejan menos, no se asusten ante el primer fallo, no se inventan problemas y no se complican. De hecho, esto no es del todo cierto, pues desde pequeño se le enseña al niño que no debe mostrar sus emociones “como una niña”, y aunque duela y duela, no debe llorar. Por supuesto, esto es correcto, pero como resultado del hecho de que las emociones se reprimen constantemente, cualquier estrés se experimenta con mucha más fuerza.
Instrucciones
Paso 1
Las mujeres somos mucho más observadoras que los hombres, por lo que no te será difícil entender que tu amada, amiga o simplemente una compañera de trabajo está muy disgustada y preocupada por algo, aunque sigue bromeando y sonriendo. Este es exactamente el caso cuando usted, una mujer, necesita mantener a un hombre. Debe averiguar discretamente lo que le sucedió y ofrecer su ayuda.
Paso 2
Aprovecha el momento en el que estés a solas con él y nadie te molestará. Inicie la conversación dándole un cumplido sutil, deje en claro que es amable con él, diga que notó su preocupación y pregúntele la razón. Si sigue una negativa, no insistas, es suficiente que ya lo hayas apoyado con tu participación y ganas de ayudar.
Paso 3
Si se ha compartido un problema con usted, tómelo con calma y sin pánico. Si su esposo o amigo ve su reacción así, lo ayudará a calmarse. Escúchalo, pero no empieces a dar consejos mal pensados de inmediato. Pídale tiempo para pensar en la situación y salir de ella. No olvide decir que, seguro, encontrará una solución al problema, exprese confianza en que definitivamente podrá hacer esto, esto también lo apoyará y le dará fuerza.
Paso 4
Los científicos han descubierto que incluso un toque femenino amistoso actúa mágicamente sobre un hombre y le da fuerza. Esto está en un nivel subconsciente asociado con el sentimiento de seguridad que surge en el niño cuando es tocado por la madre. Quizás, si la situación lo permite, bastará con tocarle la mano. Por lo tanto, parece que le dices "Creo que puedes manejarlo".