Sobrevivir a un divorcio, independientemente de su causa, es un fuerte choque emocional y tensión. El divorcio es más que romper una relación. Esta es la pérdida de estabilidad, rutina diaria, sueños y planes conjuntos y, a menudo, como resultado, dificultades financieras.
- Mantener la salud física. Al experimentar un evento tan doloroso en la vida, es fácil olvidarse del sueño, la nutrición adecuada o el ejercicio. Sin embargo, mantener la salud física lo ayudará a recuperarse emocionalmente. Evite comer en exceso, la comida rápida o negarse a comer. No intente consumir alcohol o drogas para adormecer el dolor.
- Trate de mimarse de diversas formas de forma regular. Por ejemplo, un baño caliente con aceites aromáticos, un masaje, leer un libro, caminar en un área tranquila y pintoresca o ver su película favorita. Tomarse un tiempo y cuidarse a sí mismo puede curar su trauma más rápido.
- Comprenda que el divorcio es un proceso. Está mal apoyarse en manos y pies, abandonarlo, o viceversa, tratar de acabar lo antes posible sin mirar atrás. En cambio, concéntrese en lo esencial como refugio, comida y protección. Luego, tómese su tiempo para elegir una explicación adecuada para los eventos y tenga en cuenta que sus emociones cambiarán a lo largo del proceso de divorcio.
- Encuentra una forma de mantenerte y establece nuevos desafíos. Rodéate de personas con las que te sientas mejor y más fuerte. Fíjese nuevas metas, sueñe con el futuro. Soñar no significa perder el tiempo si ayuda a visualizar una vida futura independiente y feliz. Si necesita hablar con un profesional sobre la angustia emocional asociada con un divorcio, hágalo sin dudarlo.
- Encuentra un uso positivo de tus emociones en lugar de esconder sentimientos en ti mismo, estar constantemente enojado o indiferente. Tales emociones te mantienen en un pasado que no fue feliz, de lo contrario no te divorciaría.
- Prepárese para la regresión, los días malos y la incertidumbre. Esto es parte del proceso. Date un respiro cuando las emociones te abrumen, pero trata de ceñirte a una rutina diaria más o menos estable. El aislamiento de la sociedad puede ser beneficioso, pero si se convierte en un hábito, puede convertirse en un ermitaño miserable.
- Si tiene hijos, no los involucre en sus experiencias. Hábleles con calma sobre lo que está pasando. Hágales saber que siempre tendrán a ambos padres y que usted superará estos momentos difíciles. Prepárese para problemas de conducta y arrebatos emocionales. Para que el divorcio sea lo más doloroso posible, es mejor que un psicólogo trabaje con los niños.