El síndrome hemorrágico en niños es una enfermedad en la que se dañan las paredes de los microvasos. El síndrome a menudo se denomina aumento del sangrado.
Distinguir entre síndrome hemorrágico hereditario y adquirido. Como regla general, con una forma hereditaria, los cambios patológicos afectan la red vascular, el plasma sanguíneo, se acompañan de diversas anomalías de las plaquetas y los megacariocitos, la coagulabilidad de la sangre se ve afectada, etc. La forma adquirida es una consecuencia del daño al sistema inmunológico y es asociados a procesos metabólicos, daño a las plaquetas, alteraciones de las moléculas plasmáticas, alteraciones del sistema coagudológico, etc.
Dependiendo de la patogenia, el síndrome hemorrágico se puede dividir en diferentes grupos. El primer grupo se debe a la lesión primaria de la red vascular. Existe una tendencia al daño secundario, en el que comienza la hemostasia de las plaquetas y la coagulación. El segundo grupo es la derrota del linaje megacariocítico y plaquetario. El tercer grupo son los trastornos de la coagulación sanguínea. El cuarto grupo son violaciones complejas.
Muy a menudo, el síndrome hemorrágico en los recién nacidos se presenta en forma de diátesis hemorrágica. Por supuesto, cuando aparecen varios síntomas de la enfermedad de un niño, es necesario hospitalizarlo con urgencia y comenzar un tratamiento efectivo. El niño tiene sangrado frecuente de las membranas mucosas, se forman petequias.
Antes de la llegada de los médicos, es necesario proporcionar al niño reposo en cama, organizar una nutrición adecuada e insertar un tampón para las hemorragias nasales. La mejor opción nutricional para un niño lesionado son los alimentos líquidos y refrigerados con alto contenido calórico. Es aconsejable aumentar la cantidad de líquido que bebe.
La etapa del tratamiento terapéutico es el uso de medicamentos (antiespasmódicos, agentes antiplaquetarios, medicamentos neurometabólicos), plasma fresco congelado. Dependiendo de la etapa, se selecciona un complejo de tratamiento que respalde de manera efectiva el cuerpo del niño y le permita deshacerse de esta enfermedad del cuerpo.
El síndrome hemorrágico en el contexto de enfermedades gastrointestinales implica la administración de dicinona, heparina, el uso de glasion, vicasol, la administración intravenosa de gluconato y cloruro de calcio, ácido ascórbico, paquicarpina, remestina y otras drogas.
Para prevenir un posible sangrado, es aconsejable tomar medicamentos destinados a aumentar la coagulación de la sangre. Esto detendrá rápidamente el flujo sanguíneo y normalizará la condición del cuerpo del niño.
Para el control local del sangrado, se utilizan trombina, paquicarpina, una película especial con lincomicina y una esponja hemostática. Como regla general, los fondos no solo detienen el flujo sanguíneo, sino que también contribuyen a la rápida curación de las heridas, la regeneración de las células de la piel y los tejidos y tienen un efecto antiséptico.
En todos los casos se prescribe una vitamina del grupo K, ya que participa en la biosíntesis, normaliza la coagulación sanguínea y es una vitamina antihemorrágica.
Para prevenir el síndrome hemorrágico, es necesario realizar el parto en instituciones médicas especializadas, en las que se observan todas las medidas de seguridad para la salud y la vida humana. Cabe señalar que el síndrome hemorrágico se manifiesta en los primeros días de vida de un bebé. Para la prevención, es recomendable pinzar el cordón umbilical durante 30 segundos, aplicarlo en el seno directamente sobre la mesa de parto inmediatamente después del parto, y también introducir medicamentos especiales en las primeras horas de vida, etc.