Además de todo lo necesario para un niño, la cuna es el lugar principal para él desde los primeros días de vida. Por tanto, debe diseñarse e instalarse para que el bebé se sienta seguro y cómodo en él.
Lo mejor es comprar una cuna de madera natural, y las tablillas de la cuna deben colocarse de tal manera que la mano o la cabeza del bebé no se atasque entre ellas. Además, los lados de la cuna deben ajustarse según la altura del niño.
El lugar para la cuna debe ser acogedor, cálido y luminoso. No es recomendable instalar la cama cerca de una puerta, ventana o radiador. Para vigilar siempre al bebé, es mejor poner su cama en su habitación.
El colchón debe ser de firmeza media para que la columna vertebral del niño se desarrolle correctamente. Para evitar mojarse, el colchón debe cubrirse con hule. También es necesario adquirir un dosel que protegerá al bebé de corrientes de aire, moscas y mosquitos.
Para evitar que el niño se golpee con los lados de la cuna, es mejor cerrarlos con parachoques con el patrón habitual en colores pastel, porque los parachoques de colores brillantes tienen un efecto negativo en el sistema nervioso y la visión del niño.
Se recomienda elegir una manta bastante liviana, y si hace calor en la habitación donde está el niño, entonces una toalla de baño puede ser adecuada. Y si la temperatura en la habitación desciende repentinamente, puede cubrir al bebé con una manta ligera de lana.