¿Por qué algunas personas disfrutan de un éxito vertiginoso mientras que otras permanecen en las sombras? ¿Cuáles son los secretos del primero y los errores del segundo? No es necesario tener talentos especiales para interesar y encantar. Casi todo el mundo puede desarrollar las cualidades que hacen que una persona sea atractiva a los ojos de otras personas.
Instrucciones
Paso 1
El éxito con los demás, y en particular con el sexo opuesto, depende poco de la belleza, la manera de vestir, la riqueza material y cosas por el estilo. La primera impresión que da una persona es, por supuesto, muy importante, pero solo al principio del conocimiento. Además, otras partes ya han entrado en vigor.
Paso 2
El primer secreto de las personas que disfrutan del éxito con el público radica en su energía. Necesitas tener algún tipo de entusiasmo, una actitud interior especial, para tener confianza en tu éxito y tu irresistibilidad. Esta convicción se puede lograr mediante actitudes positivas repetidas día tras día. Es poco probable que las personas a tu alrededor puedan notarlo si tú mismo no estás seguro de que realmente lo mereces.
Paso 3
Una sonrisa y una mirada no son menos poderosas. Piense en el coqueteo y la comunicación como un juego. No te esfuerces tratando de encantar a la persona que te gusta, intenta jugar, porque en el juego siempre es mucho más fácil actuar. Es fácil ver que los favoritos de la audiencia a menudo sonríen y miran a otras personas con interés. Estas señales pueden mostrar que eres abierto, amigable y estás dispuesto a comunicarte.
Paso 4
Y el secreto más importante es que usted, tan encantador y encantador, aún tendrá que ganarse su atención y su amor por otras personas. No intentes complacer a alguien tratando de parecer mejor, haz lo contrario. No luches por la atención y aprobación de la otra persona; deja que trate de ganarse tu sonrisa y esto será un regalo para él.
Paso 5
Permanezca usted mismo en todas las situaciones. No cambies tus intereses adaptándote al otro. Por supuesto, esto no significa en absoluto que no necesite hacer compromisos y concesiones, pero aún así trate de no actuar en su detrimento, para no regañarse más tarde y no culpar a la otra persona.