Independientemente de cómo alimente a su recién nacido, necesitará un biberón. Ella será útil para dejar una porción de leche si mamá necesita irse por negocios. Si su bebé es alimentado con biberón o con fórmula, necesitará varios biberones. La elección de la primera vajilla infantil para un recién nacido debe abordarse con toda responsabilidad.
Instrucciones
Paso 1
Ahora hay una amplia gama de biberones a la venta. Compre platos para bebés en farmacias o tiendas especializadas y dé preferencia a productos de fabricantes reconocidos.
Paso 2
Preste atención al material del que está hecha la botella. La botella de vidrio es ecológica, fácil de limpiar y esterilizar, y es ideal para bebés recién nacidos. Pero cuando el bebé crezca un poco, es mejor reemplazarlo con un biberón de polipropileno. Este material es una excelente alternativa al vidrio. Estas botellas también son fáciles de usar. Su único inconveniente es su apariencia poco clara.
Paso 3
Las botellas de plástico son muy populares. Son irrompibles, ligeras y cómodas. Sin embargo, es necesario cambiarlos con bastante frecuencia, lo que las madres a veces olvidan. El problema es que con el calentamiento y enfriamiento repetidos, se forman pequeñas grietas en las botellas de plástico, donde pueden desarrollarse bacterias patógenas.
Paso 4
Al elegir la forma de su biberón, considere lo fácil que será limpiarlo. Después de todo, la limpieza de los platos de los niños es muy importante para la salud del bebé. Si el niño ya sabe cómo sostener un biberón, compre un modelo equipado con asas cómodas.
Paso 5
Si su niño pequeño tiene problemas digestivos, consiga un biberón anticólicos. Tienen un diseño especial que evita que se trague aire durante la alimentación.
Paso 6
Los biberones fisiológicos son ideales para alimentos complementarios. Son muy suaves y se asemejan a la forma del pecho de una mujer. Gracias a este diseño, estos biberones no estropean la habilidad de succionar y no interfieren con la lactancia.
Paso 7
Las botellas también difieren en su volumen. Para un recién nacido, compre platos de hasta 100 ml. Para un niño a partir de seis meses, compre una botella de 200 ml. Para evitar problemas de salud, cambie los biberones cada uno o dos meses.