Muchos padres se enfrentan a una situación así, cuando un niño crece completamente indeciso. Y está claro que en el jardín de infancia, y más aún en la escuela, un niño así lo pasará muy mal, por no hablar de la edad adulta. Sin embargo, los propios padres pueden ayudar al niño a superar la indecisión.
No insultes a tu hijo
Nunca le digas a un niño que es un cobarde, ni siquiera en broma. De lo contrario, puede afianzarse y socavar la confianza en uno mismo.
Es mejor ayudar a su hijo a ser más audaz alentándolo, por ejemplo, con el hecho de que la próxima vez definitivamente tendrá éxito.
Si aún quieres enfatizar que el niño tiene miedo, no hables de él, sino de su comportamiento.
Recordarle sus éxitos
Cuando su hijo vuelva a dudar de sí mismo, recuérdele una situación en la que pudo superarse a sí mismo y ser un buen compañero.
Ejemplos a seguir
Busque modelos a seguir siempre que pueda: en las pantallas de televisión, en los libros, entre amigos. A los niños les gustan mucho las historias sobre otros niños.
Es importante que un niño sepa que alguien no fue tan valiente como él y pudo cambiar. Y, por supuesto, eres el principal ejemplo para el niño.
Abajo con altas expectativas
Si para los padres las palabras principales en la crianza son "él debe", entonces estamos hablando de los requisitos sobreestimados para el niño.
Sea más realista acerca de sus expectativas y deseos. Al darse cuenta de que no corresponde a sus ideales, el niño puede perder por completo la fe en sí mismo.
El amor no se mide
La indecisión va de la mano con una sensación de insignificancia para los padres. Las dudas surgen cuando papá y mamá aman algo. Por ejemplo, para buenas notas.
En ningún caso debe decirle a su hijo que no lo amará si se porta mal. No hay nada peor que estas palabras para un niño.
Un hijo o una hija debe sentir que tiene derecho a equivocarse y su propia opinión, sin temor a perder su amor.
Discute las posibilidades
En ningún caso no regañes ni reproches al niño por indecisión. Los sentimientos de culpa no ayudan en esta situación. En un ambiente relajado, discuta las opciones sobre cómo proceder.
Deje que el niño exprese su opinión primero y luego usted lo ayudará. Elija las mejores opciones durante la conversación. Y luego, la próxima vez, el niño actuará de manera diferente.