Para algunos maridos, la oficina se convierte en un segundo hogar. Por desgracia, esto no se trata de aquellos que sueñan con mantener a su familia y, por lo tanto, se esfuerzan por ganar tanto como sea posible, sino de aquellos que simplemente no quieren volver a casa. Un "adicto al trabajo imaginario" encontrará cualquier excusa para volver del trabajo lo más tarde posible. Al mismo tiempo, la culpa no suele ser la amante, como piensan algunas esposas, sino una simple falta de voluntad para comunicarse con la familia. Afortunadamente, esto se puede arreglar.
Si tiene la impresión de que el hombre se va corriendo al trabajo para pasar menos tiempo con usted, primero estudie los "síntomas". Si el esposo regresa a casa no solo cansado, sino enojado, molesto, no responde a sus preguntas o arroja respuestas breves, no quiere comunicarse, entonces el problema es obvio. Tales hombres intentan aislarse de la familia en casa: se entierran en el periódico, encienden la televisión o la computadora, mientras fingen estar terriblemente cansados y no pueden levantarse del sofá o la silla. Pueden responder a cualquier solicitud: "Estoy ocupado" o "Estoy cansado", y luego subir el volumen para que el televisor ahogue las nuevas solicitudes y preguntas.
No importa cuán enojado esté con este comportamiento, no se apresure a condenar al hombre. Como regla general, las personas se comportan de esta manera si no quieren comunicarse. Tal vez usted mismo haya despedido repetidamente a colegas molestos o conocidos molestos, o incluso evitó deliberadamente reunirse con ellos. Para mejorar las relaciones con su esposo, no solo debe comprender las razones de su falta de voluntad para estar con usted, sino también tratar de corregir la situación. No se demore con esto, porque no hay garantía de que su esposo no se encuentre con otra mujer que esté dispuesta a escuchar y acariciar.
Crea un ambiente acogedor en casa. Si lo desea, puede mejorar el interior; por ejemplo, agregue algunos detalles picantes a su dormitorio. Sin embargo, es mucho más importante poder hacer que el regreso a casa sea deseable para el esposo. Debe saber que en casa le espera una esposa cariñosa, un ambiente acogedor, una velada agradable, y no escándalos, gritos, reproches, amenazas. Si llega temprano a casa, conviértase en un hábito de saludar a su esposo con una sonrisa, besarlo y, a veces, decirle que realmente lo extraña. No abrume a su amado con preguntas y no exija respuestas detalladas. Deja que tu esposo se sienta amado y bienvenido en casa.
Una cara amarga y respuestas monosilábicas pueden ser molestas, pero puedes manejarlo. No se permita desanimarse, y más aún, no aleje a su esposo con las palabras de que usted mismo se encargará de todo, ya que él ni siquiera puede llegar a casa a tiempo. Un hombre solo puede estar encantado de escuchar tal "permiso" y, como resultado, llegará a casa del trabajo con la conciencia tranquila incluso más tarde de lo habitual. Controle sus emociones, sea discreto y podrá arreglar la situación y salvar el matrimonio. Y si le resulta demasiado difícil contenerse, una conversación con un psicólogo o una visita a un gimnasio que tenga un saco de boxeo le ayudarán.