Al prepararse para el nacimiento de un bebé, los padres adquieren muchas cosas que hasta ese momento no les eran familiares. Y abordan su elección con gran responsabilidad, centrándose no solo en la conveniencia de la próxima compra, sino también en su seguridad. Entre esas cosas se encuentra un chupete, cuyas opiniones sobre la necesidad son diametralmente opuestas.
Desafío del chupete
Directamente para el bebé, es un dispositivo que le permite satisfacer la necesidad de succionar, así como una especie de sedante. Imitando el pezón del pecho de una mujer, el chupete del bebé se convierte en un sustituto de la madre en el caso de que ésta no esté amamantando, así como en situaciones en las que sea necesario calmar al bebé. Los materiales con los que se fabrican las tetinas modernas varían, al igual que sus formas. Existe la opinión de que al elegir un pezón, se debe dar preferencia a la ortodoncia, que se considera la más segura para la formación de los dientes y no interfiere con la lactancia.
La elección de un pezón depende en gran medida del propio niño: algunos niños los rechazan en principio o prefieren algún material o forma de actuación específica.
Pezón: pros y contras
Las ventajas del pezón son innegables, porque de ninguna manera es solo un sedante en aquellas situaciones en las que es imposible sacar el pecho de tu madre, sino también una especie de barrera entre la boca y lo que entra en ella. La tetina puede ser un verdadero escape para intentar saborear el contenido de una caja de arena en el jardín, la basura del piso o cualquier otro objeto que quepa en tu boca. Pero esta ventaja es al mismo tiempo una desventaja. Para los más pequeños, el uso de la tetina es un riesgo de perder el interés por el pecho de la madre, porque por mucho que los fabricantes de tetinas traten de imitar la forma del pezón, la diferencia entre artificial y natural es llamativa. El siguiente peligro es el riesgo de formación de una mordida incorrecta, es decir, cuando aparecen los primeros dientes del bebé, el uso regular del pezón puede cambiar la dirección de su crecimiento. Y un aspecto más es la inhibición del desarrollo del habla, porque tratar de hablar cuando algo está presente en la boca simplemente no funciona.
El sentido de la proporción es importante en todo, y si los padres deciden que no pueden prescindir de un pezón, no debe retrasar el proceso de despedirse de ella hasta el comienzo de una visita al jardín de infantes. Y entonces los nervios de la madre y los dientes de los niños estarán intactos.
¿El bebé necesita un chupete?
En principio, no puede haber una respuesta universal a esta pregunta, así como recomendaciones categóricas sobre este tema incluso antes del nacimiento de un niño. Hay muchos ejemplos en los que chupar el pezón no afectó ni el éxito de la lactancia ni la formación de la mordida, del mismo modo que no se pueden encontrar menos casos en los que los padres hicieron un excelente trabajo sin este producto. Por lo tanto, es mucho más conveniente comprender si darle un chupete a un bebé o no después de su nacimiento. Y si realmente ayuda a calmar el llanto y alivia, ¿por qué no?