Muchas madres que amamantan se enfrentan a la falta de leche. Inmediatamente aparecen en mi cabeza pensamientos de que nada funcionará, y es necesario alimentar al niño con mezclas artificiales. Pero no se desespere, lo principal es sintonizarse con el éxito y tomar medidas para estimular la lactancia.
Las razones de la disminución en la producción de leche pueden ser el estrés o la fatiga física, la alimentación con reloj, el agarre inadecuado del bebé, el uso de un chupete, la adición de agua o una mezcla, la negativa a alimentarse por la noche y la falta de ganas de amamantar.
Dos hormonas son responsables de la producción de leche en el cuerpo de una madre lactante: la prolactina y la oxitocina. La producción de prolactina está directamente relacionada con la frecuencia de la lactancia materna y la duración de la succión. Es decir, si una mujer quiere aumentar la cantidad de leche, es necesario poner al bebé al pecho con la mayor frecuencia posible y darle la oportunidad de succionar tanto como quiera. Es importante alimentar no a tiempo, sino a pedido. Además, la prolactina se produce principalmente durante las horas nocturnas, aproximadamente de las 3 a las 7 en punto. Por lo tanto, la alimentación nocturna es muy importante para una lactancia exitosa.
La acción de la segunda hormona, la oxitocina, tiene como objetivo mover la leche a lo largo de los conductos hasta el pezón. Bajo estrés o exceso de trabajo físico de una madre lactante, se produce poca oxitocina y la leche no se excreta en la cantidad requerida. Por lo tanto, es muy importante que una mujer se ocupe de una alimentación cómoda, y su esposo y sus familiares deben crear un ambiente tranquilo en la casa y brindar descanso y apoyo a la joven madre. Antes de amamantar, puede masajear ligeramente sus senos y tomar una ducha tibia.
El agarre correcto del pecho juega un papel importante, en el que el bebé abre bien la boca y captura no solo el pezón, sino también el halo: una areola oscura, el labio inferior hacia afuera y la barbilla toca el pecho.. La succión adecuada estimula la producción de leche suficiente, asegura que todos los lóbulos mamarios se vacíen y no causa dolor a la madre lactante. El uso de un chupete puede interferir con la formación de un agarre inadecuado y una estimulación insuficiente del pecho por parte del bebé. Es mejor si el bebé satisface naturalmente su reflejo de succión.
Si no hay suficiente leche, puede beber té elaborado con hierbas que mejoran la lactancia. Estos incluyen orégano, ortiga, comino, anís, hinojo. Las nueces ralladas infundidas con leche tibia y jugo de zanahoria mezclado con crema o leche baja en grasa aumentan la lactancia. Una madre lactante debe comer bien y consumir al menos dos litros de líquido al día.
La actitud mental hacia la lactancia materna exitosa juega un papel muy importante. Una madre que amamanta debe creer que puede brindarle a su bebé la nutrición más valiosa y saludable.