Antes de casi cualquier viaje, una persona a veces cae en un estado extraño, cuando, por un lado, todavía está bastante lejos para irse, y por otro lado, no hay tiempo suficiente para hacer algo importante. Esta condición a menudo se conoce como "sentarse en las maletas".
¿Por qué sentarse en las maletas?
Los viajes rara vez ocurren de manera espontánea: generalmente hay tiempo para preparar, planificar, comprar boletos, empacar cosas e incluso preparar la comida para el viaje. Impulsados por el miedo a llegar tarde, las personas suelen estar listas para marcharse mucho antes de que sea el momento adecuado. Es entonces cuando llega el llamado "estado de ánimo de maleta", cuando ya todo está listo para partir, pero es demasiado pronto para partir. Sin embargo, el estado de ánimo para viajar ya no le da a una persona la oportunidad de hacer negocios actuales, mentalmente ya está en camino. Desafortunadamente, esta espera "en las maletas" puede causar mucho estrés derivado de la inactividad forzada. En casos especialmente avanzados, esta condición puede durar varios días.
Muchas personas luchan con su estado de ánimo de maleta al llegar a una estación de tren o aeropuerto mucho antes de la hora adecuada, pero esta no es la mejor salida. La mayoría de estos asientos están mal diseñados para una espera cómoda.
El estado de ánimo de una maleta puede cambiar completamente a una persona. En este estado, incluso las personas más activas tienden a perder gran parte de su energía, volviéndose distraídas y apáticas. Pueden cancelar citas, reprogramar casos y no cumplir con sus obligaciones. Esto sucede porque la mayoría de la gente está muy apegada a su forma de vida habitual, y la necesidad de cambiarla los desestabiliza enormemente. Además, están obsesionados por la constante sensación de que no hay tiempo suficiente ni siquiera para las cosas más pequeñas.
Superando la apatía
Es posible y necesario lidiar con este estado de apatía, porque la vida es una y no debes perder el tiempo. Intenta aprovechar las horas o días que te quedan antes de tu viaje. Para empezar, puede tener tiempo para terminar aquellos casos para los que definitivamente habrá tiempo suficiente. Al final, un viaje inminente no es una razón para caerse de la vida. Por supuesto, deberá planificar su horario para no llegar tarde a la salida, pero casi todas las personas tienen muchos pequeños asuntos pendientes que requieren no tanto tiempo como el deseo. Y dado que los hechos a gran escala no son útiles, el período anterior al viaje es el mejor momento para resolver pequeños problemas.
Cuando planifique tareas secundarias antes de irse, esté preparado para renunciar a una o más si siente que no está cumpliendo con su horario.
Si no puede seguir el ritmo habitual, intente actuar de manera opuesta. Descanse bien en las pocas horas o días que le quedan antes de salir. Lea (o al menos comience) un libro nuevo, vea un programa de televisión, reúnase con amigos o simplemente vaya al cine. El hecho de que un estado de ánimo de maleta te impida hacer cosas importantes no significa en absoluto que no puedas hacer nada en absoluto. De una forma u otra, es mejor salir a la carretera descansado y de buen humor que agotarse con anticipación y mirar constantemente el reloj.