Es imperativo animar a su hijo a que le vaya bien en la escuela. Esto le dará al estudiante motivación, le dará confianza en sus habilidades. También permite a los padres expresar su orgullo por su hijo o hija.
Hay muchas formas de animar a su hijo a aprender. Algunos de los padres elogian cada grado, alguien cambia a relaciones monetarias con el niño y paga por buenos estudios. Algunos padres compran cosas caras que el niño pedirá, mientras que otros envían a su hijo o hija a unas buenas vacaciones al extranjero. Hay muchas formas de animar a los niños, cada una de las cuales tiene cualidades tanto positivas como negativas.
Incentivos en efectivo
Muchas familias conocen los incentivos en efectivo para obtener buenas calificaciones. Los padres pagan al niño para recibir cuatro y cinco, o pagan una cierta cantidad por buenas calificaciones en un trimestre. Esto realmente aumenta la motivación del niño, comienza a esforzarse mejor en el aula, aumenta su rendimiento académico y mejora su comportamiento en la escuela. Estos padres creen que la escuela es un trabajo para el niño y se otorga un premio por el buen desempeño del trabajo.
Esta opinión es realmente cierta, pero es necesario explicarle a un niño así que no estudia para maestros, padres y no por dinero, sino para sí mismo. Es útil explicarle para qué serán útiles los conocimientos adquiridos. Entonces, la motivación del niño no estará limitada solo por el deseo de ganar dinero. Además, estos niños pueden mostrar no solo motivación para sacar una buena nota, sino adicción cuando van a la escuela incluso con fiebre o se obligan a estudiar una materia que no les gusta a toda costa, para no sacar una mala nota. Y algunos escolares a los que sus padres les pagan muestran un deseo por el engaño y el secreto, el desapego de los compañeros de clase y el aislamiento.
Regalos
Dar regalos es también una de las antiguas tradiciones de los padres para recompensar a los escolares. Es bastante eficaz tanto para motivar al estudiante como para expresar la gratitud y elogio de los padres por un buen estudio. Cuando un estudiante sabe que se le ha prometido algo bueno que siempre deseaba: una computadora, bicicleta, tableta o teléfono, comienza a tratar de terminar el año con buenas calificaciones. A menudo, ese regalo es una especie de permiso o descanso donde el niño quiere ir. Pero debe acordar con el niño algo agradable para él, para que realmente quiera obtenerlo, y también negociar todos los términos de dicho acuerdo por adelantado. Es muy importante que los padres se aseguren de cumplir esta promesa, y no critiquen en el último momento alguna bagatela y no anulen su decisión. De lo contrario, el niño puede perder la motivación para estudiar.