Desde el comienzo de su vida, el hombrecito anuncia el mundo con su grito. Durante mucho tiempo, el llanto es una forma de comunicarse con los adultos sobre sus sentimientos. Con la edad, la capacidad de llorar se desvanece gradualmente.
Bebé llorando
El niño nunca gritará así. Siempre hay una buena razón para llorar. Todavía no puede expresar con palabras sus sentimientos, hablar de sus inconvenientes, de su dolor. Si el niño está gritando, averigüe la razón.
Una de las causas más comunes del llanto infantil es el dolor de estómago y los cólicos. El cuerpo de un recién nacido apenas comienza a adaptarse a la nutrición que recibe con la leche materna o con alimentación artificial. Cada producto es probado por el cuerpo. Algunos de ellos tienen una reacción negativa: indigestión. Como resultado, el llanto del bebé.
El niño puede llorar cuando no se siente cómodo. Quizás debería cambiarle el pañal o los pañales. La humedad conduce rápidamente a la irritación de la delicada piel del bebé, lo que le causa incomodidad.
El llanto también puede desencadenarse por el hambre. El niño está creciendo rápidamente, necesita cada vez más energía. A pesar del régimen de alimentación, el bebé puede tener hambre entre comidas.
Si tiene un horario de alimentación, dele agua a su bebé. Puede que tenga sed.
Si el bebé está llorando en la cuna, revise la cama. Pañales sueltos, una manta puede interferir con él. Al llorar, deja en claro que se siente incómodo. Además, el niño puede estar aburrido: llorando, requiere atención. La presencia de la madre o de otros seres queridos le da al niño una sensación de seguridad y tranquilidad.
Caprichos de los niños
A medida que un niño crece, el llanto sigue siendo uno de los medios para comunicar sus deseos. Esto depende en gran medida del estilo de crianza del niño. Con un estilo parental intrigante, el niño atrae la atención de los padres con sus caprichos. Con su ayuda, logra lo que necesita.
Cuando los adultos muestran hiperprotección sobre un niño, éste se acostumbra a que todos sus deseos se cumplan inmediatamente. En el futuro, al menor retraso o negativa a cumplir con el requisito, el niño comienza a ser caprichoso. El cumplimiento rápido de las solicitudes ya es la norma para él. Percibe el rechazo como romper los hábitos, a los que reacciona con irritación y rugidos.
Los caprichos de los niños también pueden indicar fatiga. Un niño puede cansarse sin darse cuenta, por ejemplo, en el caso de que haya jugado demasiado. Comportamiento caprichoso, letargo indican que es hora de que descanse.
No debes quitarle la irritación a un niño. Párese en su posición; esto le ayudará a comprender a su bebé. Sus hazañas y fortunas son tan importantes como las tuyas.
Las dolencias también pueden provocar los caprichos de los niños. Cuando aparezcan, preste atención a la condición del niño, mida la temperatura corporal. Los caprichos pueden informar sobre la aparición de la enfermedad.