Por desgracia, nadie es inmune a los resfriados. Las madres lactantes tampoco son una excepción, especialmente porque el cuerpo, debilitado por el parto y la lactancia, es fácilmente susceptible a las infecciones estacionales. Sobre todo, en caso de enfermedad, a las madres jóvenes les preocupa si la lactancia materna es segura para el bebé durante este período y si existe el riesgo de infectarlo.
De hecho, se permite e incluso se alienta la lactancia materna si la madre tiene una enfermedad respiratoria aguda o una infección viral. Existe una lista muy limitada de condiciones por las cuales los pediatras insisten en suspender o suspender la lactancia. Un resfriado no es una razón para excluir a un niño de la nutrición natural. Por el contrario, con la leche materna, el niño recibe anticuerpos contra las infecciones, que forman su inmunidad para el resto de su vida. Por tanto, si la madre encuentra fuerzas para seguir alimentando, no le está prohibido. Sin embargo, existen dos excepciones a esta regla.
Las hierbas actúan sobre el cuerpo de la misma forma que los medicamentos. Por eso, cuando uses medicinas tradicionales para tratar resfriados, recuerda moderar y evitar consumir salvia, menta y tomillo, que reducen la lactancia.
Edad hasta 3 semanas
Los recién nacidos menores de 3 semanas son muy susceptibles a cualquier infección. Esto es especialmente cierto para los bebés prematuros. Por lo tanto, si está enferma, pregunte a su pediatra si puede continuar amamantando. En general, para tales casos, se recomienda comenzar a recolectar leche materna inmediatamente después del nacimiento del bebé, cuando la lactancia está en su punto máximo. Extraiga la leche en recipientes estériles especiales y guárdela en un estante en el congelador. Si la leche se prepara adecuadamente, se puede almacenar hasta 180 días sin perder sus propiedades únicas. Un suministro de leche le ayudará en caso de enfermedad o ausencia prolongada.
La mastitis en la etapa inicial puede manifestarse de la misma manera que las infecciones virales: una persona está temblando, la temperatura aumenta. Si la fiebre persiste durante 48 horas sin síntomas visibles de un resfriado, consulte a su médico.
Tomando medicación
Desafortunadamente, existe una cantidad muy limitada de medicamentos aprobados para su uso durante la lactancia. Para evitar dañar la salud de su hijo, no se automedique y siempre consulte con su médico sobre los medicamentos que está tomando. Incluso los medicamentos aprobados durante la lactancia pueden tener efectos secundarios que afecten la salud o el comportamiento del bebé. Por ejemplo, se ha demostrado que la pseudoefedrina (Sudafed) causa nerviosismo, y tomar un medicamento de difenhidramina puede hacer que su hijo se sienta más letárgico y somnoliento. Su condición puede requerir un enfoque más serio y tomar antibióticos. En este caso, se recomienda interrumpir temporalmente la lactancia y cambiar a fórmulas lácteas adaptadas. Durante este tiempo, la lactancia debe mantenerse mediante el vaciado regular de la mama.
Amamantar durante un resfriado es seguro, pero, sin embargo, debe recordar las reglas de higiene personal para evitar la reinfección, porque el cuerpo de una madre lactante gasta mucha energía en combatir la enfermedad, por lo que esto tiene un mal efecto sobre la producción de leche. Lávese las manos con frecuencia, use una toalla y cubiertos por separado.