Cada persona tiene muchos hábitos, la mayoría de los cuales provienen de la infancia. Al criar hijos, debe intentar formar el máximo número de buenos hábitos, porque los que dicta el entorno fuera de la familia pueden no siempre ser útiles en la edad adulta.
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Los buenos modales, el uso de las palabras "gracias" y "por favor" y el comportamiento benevolente no solo simplifican las relaciones con extraños, sino que también alegran cualquier conversación y, en algunas situaciones, ayudan a abrir puertas que parecen estar firmemente cerradas a primera vista.
Habilidad de decir que no
La palabra "no" no debería dominar el vocabulario del niño, pero es necesaria en algunas situaciones. Se lo debe decir a un extraño que se ofrece a acompañarlo, o a un compañero de clase que toma prestadas cosas y no las devuelve, un compañero que se ofrece a disfrutar de bebidas o drogas ilegales. La palabra "no" es necesaria por su propia seguridad y, en algunos casos, para respetar su tiempo personal.
Higiene
Una persona ordenada siempre se percibe positivamente, por lo que un niño debe adquirir el hábito de cuidar la pureza de su cuerpo desde la niñez. Esto tendrá un efecto positivo no solo desde el punto de vista estético, sino también en términos de salud, por ejemplo, el cuidado bucal regular le evitará visitas desagradables al dentista.
Puntualidad
Las personas que regularmente llegan tarde a las citas o citas son las que causan más irritabilidad entre quienes las rodean. Todo comienza con llegar tarde a las lecciones y luego se convierte en retrasos crónicos, que pueden afectar negativamente no solo las relaciones, sino también una carrera. Es necesario trabajar con niños desde la infancia, desarrollando el hábito de llegar siempre a tiempo.
Regulaciones de seguridad
Es necesario desarrollar muchos hábitos antes de que se vuelvan automáticos en la primera infancia. Más adelante, esto le evitará muchos problemas, como cruzar la calle hasta un semáforo en rojo, manejar el fuego sin cuidado o usar dispositivos peligrosos sin observar las reglas de seguridad.
Habilidades de escuchar
Esta habilidad se requiere en la escuela para percibir información, en el trabajo, para negociar o entrevistar, en las relaciones interpersonales, para que todos tengan la oportunidad de hablar y tener conversaciones y diálogos constructivos.
Capacidad para disculparse y admitir sus errores
Muchos errores no son algo vergonzoso, sino simplemente descuidos que cualquiera puede cometer. Un niño no debe sentirse avergonzado, pero debe disculparse. Esto también se aplica a aquellos casos en los que el niño empujó accidentalmente a alguien y situaciones en las que lastimó u ofendió sin intención maliciosa. La capacidad de pedir perdón no solo construye relaciones, sino que también ayuda a aliviar la carga del alma, si en alguna situación se equivocó.
Leyendo
En cualquier situación, la lectura ayudará a alegrar el tiempo. La literatura de alta calidad ampliará sus horizontes, hará que su discurso sea alfabetizado. Un libro en manos de un niño puede hacer la vida mucho más rica e interesante.
Estos son solo algunos de los buenos hábitos que harán la vida de un niño (y luego de un adulto) mucho más fácil. Todos tus hábitos, que crees que son correctos, deben inculcarse en el niño.