Los niños en edad preescolar a veces maltratan a las mascotas: torturan, se burlan, asustan. En este caso, no solo las mascotas sufren, sino también los bebés, porque los animales son agresivos. E incluso las criaturas bastante pacíficas pueden enojarse o asustarse y arañar o morder a un niño en defensa propia.
Instrucciones
Paso 1
Si su hijo lastima al gato y no escucha sus advertencias, piense qué puede estar causando su juego agresivo. Quizás la razón de esto no sea el temperamento del bebé, sino dibujos animados y libros en los que los personajes son groseros y demuestran su fuerza y superioridad sobre los débiles. Entonces queda claro de quién toma un ejemplo y por qué no quiere dejar solo al gato. Después de todo, esta es la única criatura de la casa sobre la que el niño puede dominar. Muestre a su bebé solo dibujos animados amables y tranquilos que sean apropiados para su edad. Limite el tiempo de televisión según la edad. En cualquier caso, puede mirar la pantalla de un niño en edad preescolar durante no más de 20 minutos todos los días.
Paso 2
Controla la situación. No deje a su niño y gato desatendidos. Tan pronto como el bebé ofenda al animal, no empiece a regañar ni a arrastrar a su hijo o hija. Intente cambiar de táctica y expresar su apoyo y simpatía por el gato. Ten piedad de él, acarícialo, tómalo en tus brazos. Esto debe hacerse, por supuesto, si el animal no está enojado con un trato inhumano. De lo contrario, limítese solo a las palabras. Para algunos niños, la atención a otro ser afecta más que la negatividad hacia uno mismo.
Paso 3
Mirate. Si uno de los adultos expresa desdén por las mascotas, las asusta y las regaña, el niño puede adoptar una actitud negativa, solo expresarla a nivel físico. Las mascotas necesitan ser amadas, apreciadas, cuidadas y apreciadas. Con su ejemplo, muestre cómo manejar correctamente a un gato, que necesita ser acariciado solo de la cabeza a la cola, no tocar el abdomen y no tirar de la cola. Presente a su bebé el proceso de cuidarlo. Incluso si el niño aún es pequeño, tal vez al menos pueda poner comida en un cuenco para el gato. Lea más y hable sobre animales, siempre llame la atención de su hijo sobre los gatos callejeros y explíquele que necesitan cuidado y refugio.
Paso 4
El niño puede estar atormentando al gato cuando necesita su atención. Ya ha entendido claramente que en cuanto el animal comienza a maullar en sus brazos, vienes corriendo y maldices. Dado que la atención negativa es aún mejor para el bebé que la completa ignorancia por parte de los padres, repite este escenario una y otra vez. Significa que necesitas jugar más con él, estudiar, desarrollarte. Por supuesto, no solo puedes lidiar con el bebé las 24 horas del día, porque tienes tu propio negocio. Alimenta a tu hijo o hija con tu atención y amor y solo entonces sigue con tus asuntos. Entonces, la probabilidad de que el niño lo atraiga con su mal comportamiento será menor.