Al preparar a un niño para el examen, debe prestar atención a muchos puntos para que los exámenes finales sean indoloros.
1. El nivel de preparación del niño.
Varias reuniones con profesores de las asignaturas que realizará el egresado deben dar una imagen objetiva. Consulta las notas actuales, mira los cuadernos de trabajo y de control. Escuche las recomendaciones de los educadores. Esto ayudará a determinar el nivel de conocimiento del hijo o la hija y a elegir conjuntamente la universidad o colegio apropiado.
2. La cuestión de la tutoría.
Por supuesto, siempre que la familia pueda pagarlo, las lecciones individuales no estarán de más. Sin embargo, debe recordarse que la escuela también ofrece clases adicionales en materias de examen, en las que los estudiantes diligentes pueden mejorar su nivel de conocimiento de manera bastante cualitativa.
3. Motivación para estudiar.
La juventud es una época de diversión y sed de vida. Es extremadamente difícil sentarse a leer libros de texto durante este período (recuérdese a sí mismo … hace veinte años). Sin embargo, la misión de los padres es explicarle al niño de una manera amigable pero inteligible que su futuro se está trazando ahora mismo: una carrera exitosa, que significa una vida digna e interesante.
¿Qué estamos alquilando?
Si después de la escuela un graduado va a ir a una universidad, además de las asignaturas obligatorias (ruso y matemáticas), tendrá que elegir al menos una más. Cuál debe aclararse en la facultad donde planea postularse.
Atención: el reemplazo (o adición) de un artículo es posible solo hasta el 1 de marzo del año en curso.
Por cierto, en muchas universidades, se aconseja a los posibles solicitantes que tengan en sus manos los resultados de no una, sino dos o incluso tres materias. Vale la pena utilizar este consejo: las posibilidades de admisión del niño aumentarán y la lista de universidades disponibles para él se ampliará.
Formación psicológica.
Las duras condiciones para el USO inquietan incluso a los niños más estables mentalmente. Dado que muchas escuelas no tienen un psicólogo, los padres deben preparar a sus hijos para la prueba ellos mismos. Explíquele al niño que el examen es, por supuesto, un evento serio, pero si ha estado estudiando todo el año, seguramente superará las pruebas.
Dele a su hijo un consejo importante: mientras completa las tareas, no se "atasque" en aquellas tareas que no funcionan. Déjelo pasar a otros y volver a los difíciles más tarde, si queda tiempo. Un ejercicio de respiración ayudará a reducir la tensión nerviosa durante el examen: una respiración profunda por la nariz, aguantando la respiración durante 5 segundos y una exhalación completa lenta por la boca. Y así de 7 a 10 veces. Deje que el niño lo ponga en servicio.