Todos los padres se han enfrentado (o enfrentarán) un fenómeno como la rabieta infantil. De hecho, no es más que una producción teatral dirigida exclusivamente a la catarsis pública. En el curso de estudios a largo plazo sobre el comportamiento infantil, se ha descubierto que ningún niño pequeño comenzará un "espectáculo" sin antes asegurarse de que al menos un "espectador" lo esté escuchando. Es fácil adivinar que la duración de la "escena" depende directamente de la reacción del "espectador".
Instrucciones
Paso 1
Trate de mantener ocupado a su hijo. Ofrézcale, por ejemplo, salir a caminar o cautivarlo con algún juguete musical (tambor, acordeón, pipa). De hecho, la música tiene un efecto muy beneficioso sobre la psique del niño. En principio, cualquier proceso creativo que requiera concentración puede calmar al bebé. Dale crayones, lápices, pinturas, plastilina, etc. Recuerda que mucho depende del tono en el que te dirijas al bebé. De hecho, una solicitud tranquila y equilibrada llega mucho más rápido que una orden fuerte, rompiendo en un grito.
Paso 2
Intente simplemente ignorar el comportamiento histérico de su niño durante al menos 5 a 10 minutos. Establezca la meta de no comunicarse con él en absoluto durante este corto período de tiempo. Como resultado, el niño abandonará los vanos intentos de inducir la participación en su persona a través de la histeria. Después de que vuelva en sí, recompénselo con la comunicación, sin olvidar, al mismo tiempo, en un tono tranquilo para explicarle que tales payasadas no encontrarán su simpatía.
Paso 3
Si la histeria comenzó a prolongarse, lleve al bebé a una habitación donde pueda quedarse solo con sus propias emociones. Antes de dejarlo, asegúrese de que esté a salvo allí y que no pueda lastimarse. Luego sal de la habitación. El principio de funcionamiento de este método para lidiar con la histeria es el mismo: no hay espectador, por lo tanto, no hay nadie a quien hacer una rabieta.
Paso 4
Sucede que el "drama" se desarrolla en la calle o en una tienda. En tal situación, tenga paciencia y espere a que el niño se aburra. Por supuesto, puede intentar distraer al "joven actor" de las pasiones furiosas. Aunque, es poco probable que lo consigas, dado que el salón estará lleno. Pero no se salga con la suya con este comportamiento. Cuando las pasiones disminuyan, explíquele al niño que se comportó incorrectamente y que lo molestó mucho. De lo contrario, todas tus apariencias irán acompañadas de travesuras similares.