El niño está creciendo, pero muchos bebés son muy reacios a separarse de los hábitos infantiles. Y uno de los principales elementos de los que es difícil destetar a un niño es el biberón, especialmente por la noche. Para que el proceso de destete sea lo más indoloro posible, debe hacer todo de manera oportuna y gradual.
Instrucciones
Paso 1
Ya a partir de los seis meses, puedes darle a tu hijo una oportunidad para beber de una taza o un vasito especial para bebés. Dale de una taza no solo té o jugos, sino también leche. Por lo general, entre los nueve y los doce meses, el bebé tiene todas las habilidades necesarias para beber de él. En este momento, debe retirarlos del biberón. En seis meses, los niños se volverán más tercos, por lo que separarse de un tema favorito será mucho más doloroso.
Paso 2
Destetar a un bebé del biberón a la edad de 1, 2 a 1, 5 años debe utilizar el método de transición gradual. Primero, deje de darle un biberón durante el día y luego, gradualmente, trate de darle una taza y leche por la noche. Puede diluir la leche en un biberón y dársela entera, sin diluir, en una taza. Entonces, el niño comprenderá rápidamente que la bebida en la taza es mucho más sabrosa.
Paso 3
Después de un año y medio, intente que su bebé se interese en una taza. Ofrézcale que elija de cuál beberá esta noche. Puedes decorarlo con él o invitarlo a elegir de forma independiente este artículo en la tienda.
Paso 4
A los niños que ya tienen dos años les resulta difícil desprenderse de un biberón, el método de transición gradual ya no es adecuado para ellos, aquí solo necesita "cortar los extremos". Determine el día en que le quitará el biberón a su hijo de una vez por todas. Dile que pronto ella se irá, porque él ya ha crecido. Todos los días durante una semana, recuérdele a su bebé sobre el próximo evento y, a la hora acordada, simplemente retire todos los biberones de la casa e infórmeles que ya no existen.
Paso 5
Piense en una recompensa para el bebé si se pone caprichoso sin recibir el biberón habitual por la noche. Asegúrese de tener una taza de jugo o compota cerca para ayudar a calmar a su hijo. Ofrécele un reemplazo. Quizás tengas varias veladas no muy agradables, pero es inaceptable sentir lástima por el niño y devolverle el biberón en esta situación. Para evitar tal tentación, es mejor tirar todas las botellas.