Una mujer con un cigarrillo solo puede verse atractiva en fotografías en blanco y negro en un estilo retro. En la inmensa mayoría de los casos, una imagen así difícilmente es capaz de evocar emociones positivas, especialmente cuando se trata del cónyuge. Conseguir que una esposa deje de fumar es difícil, pero factible.
Necesario
- - fotos impactantes;
- - regalo.
Instrucciones
Paso 1
Trate de influir en las emociones de su cónyuge. La mayoría de las mujeres son bastante impresionables y receptivas, por lo que debe seleccionar constantemente información desagradable e impactante relacionada con el tabaquismo para ella. Por ejemplo, muestre imágenes de pulmones afectados por cáncer, cite estadísticas de muertes por fumar.
Paso 2
Habla con tu esposa periódicamente. No debe jurar ni dar ultimátums: las conversaciones deben llevarse a cabo en un tono tranquilo. Haga un caso sistemático para que deje de fumar. Demuestre preocupación por su salud.
Paso 3
Hiere el orgullo de tu esposa. Por ejemplo, mencione de pasada que su amiga que no fuma parece más joven. O marca la blancura de los dientes en las fotos de la infancia de tu esposa, de la que ahora no queda rastro. Quizás esas cosas sean muy ofensivas para una mujer. Sin embargo, pueden ser suficiente impulso para que deje de fumar.
Paso 4
Si ya tiene hijos, concéntrese en su salud. Proporcione datos sobre la cantidad de sustancias nocivas que absorben los fumadores pasivos. Si solo está planeando tener un bebé, la tarea se simplifica. El daño de la nicotina al feto puede ser exagerado. El embarazo y la lactancia materna posterior deben ser el principal argumento para dejar de fumar.
Paso 5
Ofrézcale a su cónyuge un regalo digno si deja de fumar y dura un período determinado (largo). Puede ser una joya cara, una serie de tratamientos de salón exclusivos o un viaje exótico. Tal "premio" seguramente agregará fuerza de voluntad a su esposa.
Paso 6
Si no tiene suficiente autoridad a los ojos de su esposa, intente influir en ella a través de otras personas. Por ejemplo, hable con su médico o esteticista. Tal "conspiración" no contradice en absoluto la ética: cualquier especialista con educación médica debería apoyar tal iniciativa.