Antes de cada fiesta, los hombres no pueden decidir qué regalar exactamente a su amada. Elegir un regalo es una cuestión difícil. Puede ayudar insinuando lo que sería bueno que recibiera como muestra de atención.
Instrucciones
Paso 1
Piensa si el hombre es capaz de darte tal o cual regalo. Los requisitos para un estudiante pobre y un empresario exitoso son diferentes. Es vergonzoso aceptar obsequios costosos de una persona con pocos ingresos.
Paso 2
Si ambos están a menudo en las redes sociales, escriban sobre sus deseos allí, muchos servicios tienen esta opción. O establezca una conversación con un amigo. Deja que te llame y tú, entre otras cosas, dile que has añadido un nuevo regalo deseado en tu página de Internet. Lo principal es, no mires al hombre al mismo tiempo, dilo como por casualidad. Cuando un hombre está desconcertado por la elección de un regalo, cualquier información de este tipo no escapará a su atención.
Paso 3
Dígale a su ser querido que el esposo o novio de un amigo compró algo de la clase y el rango de precios que usted desea. Y esté encantado con este tema. Seguramente tu hombre pensará, ¿y no te comprará algo así? No hace falta decir que si hace un regalo así, le estarás muy agradecido. Este comportamiento lo motiva a seguir intentando adivinar sus deseos.
Paso 4
Otra opción es poner un anuncio del producto que desea recibir como regalo en su bolso. Una vez frente a un hombre, voltee este bolso al revés en busca de algo necesario, seleccione el librito que se ha caído de todos los artículos y, como por casualidad, observe: “¡Precioso! ¿Te gusta? . Luego cambie el tema de la conversación y no vuelva a mencionar el tema deseado.
Paso 5
Dígale que le resulta difícil elegir a la hora de comprar las cosas que necesita. ¿Vestido rojo o negro? ¿Ese olor o esto? Entonces oriéntelo en la dirección que desee.
Paso 6
Para que al final no recibas un regalo, regocíjate y agradece. Incluso si no es lo que soñaste. Esta es exactamente la reacción con la que cuenta su ser querido, no lo decepcione. Al final no importa el precio de la presentación, lo principal es que debe presentarse de corazón.