El vómito es la eliminación refleja del estómago de los alimentos no digeridos. No siempre es el resultado de un trastorno gastrointestinal. Un niño también puede vomitar por comer en exceso, por comer productos de mala calidad de la madre, por intolerancia individual a ciertos tipos de alimentos, a veces leche.
Si el vómito se ha manifestado una vez, entonces no debe mostrar preocupación por esto. Si el niño vomita cada vez que una cantidad mínima de comida o líquido entra en el estómago, debe consultar a un médico. El caso es que puede ser el resultado de una infección intestinal. Por lo tanto, cuanto antes busque ayuda calificada, antes se sentirá mejor su hijo.
Tenga en cuenta que al vomitar, el cuerpo del niño se deshidrata muy rápidamente, por lo que es necesario que el bebé consuma la mayor cantidad de líquido posible. El problema es que, en primer lugar, lo más probable es que el niño se niegue a beber y, en segundo lugar, el ventrículo no retenga una gran cantidad de líquido. Por eso, es mejor darle un poco a la bebida, con cucharaditas. Si falla, llénelo con una jeringa directamente en su boca. Ofrézcase a beber con más frecuencia, literalmente cada 5 a 10 minutos. El té negro o de manzanilla es mejor para beber. La temperatura del té debe ser muy cálida (¡no caliente!), Por lo que se absorberá mucho más rápido en las paredes del estómago.
Además del té, también se deben administrar preparaciones: “diluidas con 1/2 taza de agua tibia. Para los niños menores de un año, es suficiente consumir 1 sobre por día, al menos 3 días. Enterodez se diluye a razón de 2,5 g de polvo por 50 ml de agua hervida enfriada. Los niños menores de 3 años deben beber aproximadamente 100 ml de solución por día.
El vómito, por regla general, se produce en un contexto de fiebre alta. Si no supera los 38 grados, no debes derribar. Si comienza a salirse de la escala, administre cualquier antipirético "Panadol", "Nurofen", "Calpol" en forma de suspensión o supositorios. Debe tenerse en cuenta que cada uno de los medicamentos se puede administrar solo una vez durante un cierto período de tiempo (5-6 horas). Por lo tanto, para evitar una sobredosis, se deben alternar los medicamentos.
Mantenga a su bebé con una dieta sin lácteos por un tiempo. Pero no excluya la leche materna, ya que le ayudará a sobrellevar la enfermedad mucho más rápido.