Los juegos de computadora se han convertido durante mucho tiempo en una verdadera maldición para muchas familias. Si los padres anteriores tenían que asegurarse de que sus hijos no se dejaran llevar por guerras virtuales en detrimento de los estudios reales, ahora las esposas se quejan de que sus maridos también se han vuelto, por así decirlo, virtuales. Se sientan frente a la computadora todo el día y la noche y juegan. Solo hay "niveles", "unidades", "armaduras" en sus cabezas.
Instrucciones
Paso 1
Primero, intente comprender que para muchas personas, entrar en la "virtualidad" es un escape de una realidad desagradable. Con calma y la mayor imparcialidad posible, analice lo que está “mal” en su familia. ¡Recuerde que los hombres y las mujeres ven las mismas cosas de manera diferente! ¿Quizás su marido está molesto por su amiga conversadora, que viene a usted "por la luz" casi todas las noches? ¿O tu madre actúa de la misma manera, acostumbrada a entrometerse en sus propios asuntos con la falta de ceremonias inherente a muchas suegras? Luego, intente reducir los contactos con ellos a un mínimo razonable.
Paso 2
¿Quizás el hecho es que el marido simplemente se siente innecesario, no tiene nada que hacer? Por desgracia, el papel de un hombre y un padre de familia en las condiciones modernas, especialmente en las grandes ciudades, se ve enormemente disminuido. Trate de "inspirarlo" a realizar actividades apropiadas para hombres. ¡Que intente, por ejemplo, enfundar una logia con madera! Llévelo a este pensamiento con argumentos como: "Los niños a menudo se enferman en invierno, porque el apartamento hace frío y corrientes de aire, si solo la logia fuera cálida, de madera …" Y en ningún caso no se entrometa con consejos, consejos. Déjelo que averigüe cuánto y qué tipo de material debe almacenarse, él mismo cortará y martillará clavos. No olvide elogiar sinceramente, incluso si la calidad del trabajo no es muy buena.
Paso 3
Como último recurso, pruebe el método doloroso pero eficaz de "derribar una cuña con una cuña". ¿Su marido está acostumbrado a sentarse frente al ordenador, y aparecen por sí solos desayunos, almuerzos, cenas, camisas limpias y planchadas? Quítale estas ilusiones. Imagina que te dejas llevar tanto por los juegos de ordenador que ahora no tienes tiempo para cocinar, limpiar, lavar, planchar. Esto, por regla general, ayuda incluso en casos especialmente graves de adicción al juego del marido.
Paso 4
Habla con tu marido, explícale que realmente no te gusta, que quieres amor y cariño. Puedes ofrecerle ir a un restaurante o ir a la naturaleza. Demuestra que no eres peor que en su mundo virtual.