“La timidez no es una enfermedad ni un vicio”, dices, y estarás en lo cierto. Se cree que la timidez en general se adapta a las niñas y es casi una virtud. De hecho, este rasgo es mucho más común de lo que pensamos. Y no solo en niños. Es solo que los adultos han aprendido a ocultar y ocultar su timidez.
Inicialmente, todo niño experimenta dudas sobre sí mismo y, en circunstancias normales, con el tiempo, sale tranquilamente de este estado. Los padres no deben luchar contra tal timidez, esta es una manifestación normal relacionada con la edad de la conciencia del niño de sí mismo.
Pero también hay casos en los que la timidez del niño no desaparece, solo se intensifica. Averigüemos paso a paso por qué sucede esto y cómo prevenirlo. Primero, debe señalar que algo anda mal con su hijo. Es posible que le guste la soledad y no se aburra solo. Un niño que necesita ayuda se ve así. Experimenta dificultades para comunicarse con sus compañeros y, a veces, con los adultos, sufre por el hecho de que se siente solo y reacciona extremadamente dolorosamente a cualquier crítica: se retrae y se retrae. En el entorno de los extraños, se comporta extremadamente restringido y se pierde cuando se le presta toda la atención.
¿Qué pasa si su hijo encaja en la segunda descripción? Es simple: necesitas apoyarlo, imperceptiblemente de él mismo, para elevar la autoestima del bebé. Trate de mantenerlo ocupado con lo que puede hacer y felicítelo después de cada éxito. Si algo no funcionó, primero elógielo de todos modos y luego, como por casualidad, ofrezca hacer lo mismo, pero de una manera ligeramente diferente, corrigiendo así el error. Pongamos un ejemplo. Si un niño ha dibujado una flor al revés, no se ría y corra para mostrar su dibujo a los vecinos y su cónyuge. Elogie al bebé por el color, el tamaño y las proporciones elegidos y luego ofrezca dibujar con usted no una manzanilla, sino una rosa, pero en el orden correcto.
El niño debe ser consciente y comprender que está a la altura de sus expectativas, incluso cuando trae una mala nota de la escuela. Y el hecho de que regañes a un niño no es una crítica a sus cualidades personales, sino un deseo de mejorarlo aún más. Recuerda cuántas veces dijiste la frase "y el vecino Kolya, a tu edad, ya se ata los cordones él mismo, se quita los juguetes él mismo y siempre ayuda a mamá". Resulta que el bebé desde la infancia siente que no es lo suficientemente bueno para sus padres, no como el hijo del vecino. Este sentimiento se desarrolla y se transforma en dudas y en la edad adulta.