Tan pronto como los niños pasan al primer grado, se enfrentan a muchas tareas nuevas interesantes y difíciles. Con algunos, el niño se las arregla rápidamente, mientras que otros se convierten en un problema real. Por ejemplo, para muchos niños es muy difícil identificar correctamente el acento en una palabra.
Es necesario
Cubos de Zaitsev
Instrucciones
Paso 1
Para explicarle al niño qué es una sílaba acentuada, pronuncie las palabras arrastrar, "llamar" la palabra. Por ejemplo, ma-a-a-ama, Ta-a-a-anya, Mi-i-i-isha. Al mismo tiempo, resalte la sílaba acentuada, incluso puede asentir con la cabeza o sentarse. Luego muestre lo que sucederá si cambia el estrés: mamá-ah-ah, Tanya-ah-ah-ah, Misha-ah-ah, para que el niño sienta la diferencia. Practique el uso de palabras que le sean familiares a su hijo, por ejemplo, su nombre, nombre de mascota, etc.
Paso 2
Primero, tome palabras simples de dos sílabas y, junto con su hijo, determine qué sílaba está acentuada, la primera o la segunda. Para los niños pequeños, solo diga las palabras; para los niños mayores, escriba las palabras en papel o pizarra. Al pronunciar palabras, toque las sílabas, enfatizando la sílaba acentuada con un ritmo más fuerte.
Paso 3
Explíquele a su hijo que la palabra no debe dividirse en sílabas para determinar la sílaba acentuada. Pídale que pronuncie la palabra, estirando la sílaba acentuada, pero sin separarla en partes. Explíquele a un niño mayor que el acento solo puede estar en una vocal.
Paso 4
Si es posible, use los cubos de Zaitsev, que se diferencian de los cubos ordinarios en que no contienen letras, sino sílabas. Doble una palabra de varias sílabas, pídale al niño que identifique la acentuada y coloque un cubo con una marca de acento dibujada en él. Por supuesto, ayude a su hijo al principio, hasta que adquiera suficiente experiencia.
Paso 5
Pregúntele a su hijo con adivinanzas divertidas, por ejemplo, quién es un hipopótamo o qué es un martillo, para que el niño aprenda a "jugar" con el estrés. A través de un entrenamiento tan divertido, el niño gana la libertad de controlar los sonidos, lo cual es muy útil para leer palabras e identificar correctamente el estrés.