Los padres de bebés a menudo se encuentran con inflamación de la membrana mucosa de los ojos, que se acompaña de secreción purulenta. Debe consultar inmediatamente con un oftalmólogo para prescribir el tratamiento.
Instrucciones
Paso 1
Recuerde: sin consultar a un médico, nunca infunda ningún medicamento en los ojos del niño, excepto el agua hervida y sedimentada. Hable con su médico sobre cómo deben almacenarse las gotas. Si las gotas se van a guardar en el refrigerador, asegúrese de calentarlas antes de instilarlas. Los ojos son sensibles al frío y los medicamentos calientes son más fáciles de tolerar.
Paso 2
Lávese las manos con agua y jabón antes del procedimiento. Mantenga sus uñas cortas. Hierva la parte de vidrio de la pipeta. Puede usar una jeringa estéril desechable de un mililitro como pipeta, por supuesto, quitando la aguja.
Paso 3
Explíquele al niño lo que quiere hacer y por qué y qué será un poco desagradable. Puede prometerle a su hijo un regalo por un comportamiento tranquilo.
Paso 4
Frote sus ojos con almohadillas de algodón, moviéndose hacia su nariz. Si se ha acumulado secreción purulenta en los ojos del bebé, primero enjuáguelos con agua hervida o una decocción de hierbas, por ejemplo, manzanilla. Si no hay pus, puede enterrar inmediatamente el medicamento. Asegúrese de enjuagar ambos ojos, primero los sanos y luego los enfermos. Use un pañuelo de papel o algodón por separado para cada ojo.
Paso 5
Agite el vial. Si está enterrando por primera vez, lea atentamente las instrucciones.
Paso 6
Acueste al niño boca arriba, eche un poco la cabeza hacia atrás. Si el niño está inquieto, pídale a la familia que lo mantenga. Se recomienda envolver las manos de los bebés por la seguridad del procedimiento.
Paso 7
Jale suavemente el párpado inferior del bebé hacia abajo. Si el niño tiene mucho miedo, abra los párpados suave y rápidamente con el pulgar y el índice. Coloque una o dos gotas en el borde exterior del ojo. Seque el exceso de medicamento con un pañuelo de papel. La punta de la pipeta no debe tocar la membrana mucosa del ojo.
Paso 8
Permita que su hijo cierre los ojos. Masajea suavemente tus ojos a través de los párpados cerrados. Si los ojos comienzan a lagrimear, entonces ha comenzado la acción del medicamento.
Paso 9
Para no lastimar al niño, es mejor usar una gota de ungüento. Tienen un dispositivo especial, como una pipeta, que le permite exprimir gotas en el rabillo del ojo. Además, la pomada se dispersa por sí sola a lo largo del ojo. Además, los ungüentos tienen un efecto mayor que las gotas, ya que no irritan la membrana mucosa y las lágrimas no lavan el medicamento.