El embarazo es una de las etapas más importantes y cruciales en la vida de una mujer. Este es el momento en que muchos tienen que revisar radicalmente su propia dieta. Si no puede imaginar su día sin un café fuerte y aromático, entonces el embarazo es una razón importante para dejar este hábito.
Instrucciones
Paso 1
La fuente de mayor peligro para la futura madre y el feto es la cafeína. Es él quien excita el sistema nervioso, interrumpe el sueño, promueve frecuentes cambios de humor en una mujer. La excitabilidad excesiva tiene un efecto extremadamente negativo en el trabajo de los órganos y sistemas internos, que ya están sujetos a sobrecargas colosales después de la concepción. El abuso del café conduce a la hipertensión arterial, que es muy indeseable para una mujer embarazada. Esta bebida puede provocar tono uterino y provocar un aborto espontáneo temprano.
Paso 2
El café es un diurético potente, lo que significa que tiene un efecto diurético pronunciado. Al acelerar significativamente los riñones y aumentar la cantidad de orina, esta bebida conduce a la deshidratación, que es muy indeseable durante el embarazo. Para el desarrollo completo del feto y el bienestar, una mujer necesita recibir y asimilar una cantidad suficiente de líquido (alrededor de 1,5-2 litros por día).
Paso 3
Otra propiedad negativa del café es la capacidad de eliminar el calcio del cuerpo. Durante el embarazo, este oligoelemento es vital para la futura madre, así como para la correcta formación del esqueleto, órganos y sistemas del niño.
Paso 4
Además, el café pasa a través de la placenta al bebé, teniendo un efecto directo sobre él. Debido a la cafeína, los vasos sanguíneos de la placenta y el feto se comprimen, como resultado de lo cual el cuerpo en crecimiento no recibe suficiente oxígeno y nutrientes.
Paso 5
Los científicos han concluido que el consumo excesivo de café durante el embarazo contribuye al desarrollo de diabetes en un niño. El sistema nervioso fetal también es extremadamente susceptible a la cafeína: se ha comprobado que la frecuencia cardíaca y la frecuencia respiratoria del bebé cambian bajo su influencia. Además, cuanto menos pesa el feto, menos oportunidades tiene de desintoxicarse. Para minimizar el riesgo de consecuencias negativas, el café debe excluirse de la dieta de la futura madre.