Las palabras resuelven muchos problemas. Desafortunadamente, a menudo se crean durante las conversaciones. Por lo tanto, debes tener mucho cuidado en la conversación, especialmente si tu oponente se muestra reacio a hacer contacto o lo rechaza por completo.
Instrucciones
Paso 1
Elige el momento adecuado. La misma oferta puede ser percibida de forma diferente por su interlocutor, según las circunstancias y su estado de ánimo. Es mejor iniciar una conversación cuando tu oponente no tiene prisa y parece bastante alegre. Si es claramente agresivo con usted o está molesto por algo, posponga la conversación si es posible.
Paso 2
Inicie la conversación con un tema neutral que le interese a la otra persona. Para hacer esto, debes saber al menos un poco sobre sus intereses. Las conversaciones banales sobre el clima no funcionarán aquí, porque Desde las primeras palabras quedará claro que esta no es la verdadera razón de su apelación al interlocutor.
Paso 3
Trate de hacer más preguntas sin ser demasiado intrusivo. Antes de pasar al tema principal de la conversación, intente "hablar" con su interlocutor. Haz todo lo posible para que se sienta cómodo contigo.
Paso 4
Empiece a discutir el tema que le interesa con una explicación lógica y bien razonada de su importancia para usted. Dígale a la otra persona sobre sus preocupaciones o esperanzas sobre el tema de la conversación. Demuestre su interés en él.
Paso 5
No insista si su oponente se niega a hacer contacto. Por lo tanto, solo puede agravar la situación. Dígale que se le ocurrirá su propuesta más tarde, mientras trata de averiguar por qué se niega a hablar con usted. Elimine estas causas si es posible.
Paso 6
Solicite hablar con usted por escrito. Si la persona no te da la oportunidad de conocerlo, envíale una carta. Por supuesto, no hay garantías de que definitivamente lo leerá, pero esa oportunidad aún está disponible.
Paso 7
Introduce a un tercero en la conversación. Al mismo tiempo, tenga en cuenta que debe tomar una posición neutral y disfrutar de la autoridad tanto de usted como de su interlocutor. Existe la posibilidad de que su oponente escuche su opinión y se comunique con usted.