Las situaciones en las que un esposo, por una razón u otra, se va por otra mujer, casi siempre son extremadamente dolorosas para la esposa. Confundida, desolada, atónita por la terrible noticia, una mujer no sabe qué hacer y, a menudo, decide tomar medidas extremas.
Instrucciones
Paso 1
Primero, cálmese y piense cómo se le ocurrió la idea de que el marido se marcha por otra mujer. Si habla directamente sobre eso, recuerda si intentó chantajearte antes. Algunas personas tienden a amenazar con el divorcio, el suicidio y la traición para salirse con la suya. Si su esposo tiene esos hábitos, puede ser el momento de visitar a un psicólogo o tratar de discutir la situación con un hombre y encontrar una salida. El rival, del que habla abiertamente, puede ser derrotado. Pero tenga miedo de un rival, sobre el que guarda silencio: si se entera de la intención de su marido de dejar a la familia por medio de amigos, parientes y conocidos, la situación puede ser muy grave.
Paso 2
Considere si quiere quedarse con su esposo o está dispuesto a dejarlo ir. No todas las mujeres pueden perdonar la traición y confiar en un traidor, por lo tanto, si el acto de su esposo es inaceptable para usted y comprende que nunca podrá ser feliz con esta persona, simplemente déjelo ir. Abre tu corazón a un nuevo amor y ve en busca de una nueva felicidad. Para que sea más fácil sobrevivir a la ruptura de tu familia, intenta cambiar: actualiza tu guardarropa, cambia radicalmente tu corte de cabello, teñir tu cabello, hacer yoga, danza del vientre, natación o cualquier otra actividad que sea beneficiosa para el cuerpo y el alma.
Paso 3
Si quieres quedarte con tu esposo y él sabe que eres consciente de su infidelidad, trata de discutir tranquilamente la situación con él. En este caso, una visita conjunta a un psicólogo familiar será de gran utilidad. Si su esposo está seguro de que usted no tiene idea de sus intenciones, intente cambiar la situación en casa. Si el hombre aún no se ha ido, existe la posibilidad de que dude y aún tienes la oportunidad de hacer que cambie de opinión. Los cambios demasiado drásticos serán inapropiados: el hombre no es ciego y probablemente lo entenderá todo. Empiece de a poco: un nuevo peinado, una cena deliciosa, un cuidado discreto, una ausencia total de peleas y escándalos. Buenas opciones son persuadir a su esposo para que cene en un restaurante o alquile una habitación de hotel por un día. Si es posible, se recomienda hacer un viaje para cambiar el escenario al menos por un tiempo.