Se sabe que la música es alimento para el amor. Sin embargo, solo recientemente los científicos han descubierto que la música realmente puede hacer milagros. Resulta que ayuda a estimular el óvulo para fertilizarlo, por ejemplo, durante el procedimiento de FIV.
La influencia positiva de la música en el proceso de concebir un hijo
Más recientemente, los científicos modernos han descubierto que si se toca una pieza de música tranquila y agradable para un huevo en un tubo de ensayo, una melodía puede aumentar la probabilidad de su fertilización en aproximadamente un 5%.
Estos datos se han obtenido en el curso de numerosos experimentos y estudios.
Los científicos de España creen que las más mínimas vibraciones que emite la música tienen un efecto principalmente positivo en el proceso de inseminación artificial. Probablemente, tales vibraciones estimulan la entrada de varios nutrientes en el propio huevo y también contribuyen a la aceleración de la liberación de toxinas, lo que aumenta significativamente la posibilidad de un resultado de fertilización inicial y también aumenta el porcentaje de supervivencia del embrión.
Hoy en día, todos los adultos son bastante exigentes con la música, y también dan sus preferencias a diferentes direcciones musicales. Los embriones, a su vez, no son caprichosos, para ellos no hay diferencia entre música clásica, pop, club o incluso hard rock fuerte.
El hecho indiscutible de la influencia de la música en el proceso de concebir un hijo
Los científicos de una clínica de fertilidad en Barcelona realizaron un experimento tan interesante: tomaron alrededor de mil óvulos y los fertilizaron con esperma, luego los colocaron en incubadoras especiales de laboratorio. Luego, para una parte de las incubadoras, se encendió un reproductor con música diferente, y la segunda parte de las incubadoras se colocó en una habitación insonorizada, en la que no había ni un solo ruido o sonido extra. Luego de que los especialistas revisaron todos los tubos en busca del resultado de la fertilización, encontraron que en aquellas incubadoras donde se tocaba música, el porcentaje de fertilización era mucho mayor que en aquellas donde había silencio. Durante el estudio, los científicos intentaron acercar las condiciones en el laboratorio lo más cerca posible a las condiciones que existen en el útero de una mujer, por supuesto, se trata principalmente de temperatura y luz.
Antes de esta experiencia, los científicos ya habían investigado los modos de luz, pero nadie prestó atención a los sonidos.
Además, después de este estudio, los científicos sugirieron que un acompañamiento musical más bailable y positivo, por ejemplo, en un estilo como el techno, el dub-step o cualquier música rítmica de club, es más adecuado para concebir un hijo.